“UNA REALIDAD HISTÓRICA DE DOS MATICES”.
(Versión revisada del Publicado el 12 de diciembre del 2009 con el título “Otra más sobre el Mito Guadalupano”)
Históricamente sólo tenemos dos perspectivas para abordar el culto guadalupano. El primero, es considerar que fue una invención de los invasores españoles, quienes crearon a esta nueva divinidad para que el cristianismo fuese más popular entre la población indígena de América y así, el catolicismo pudiera adaptarse más fácilmente a los usos y costumbre de los indígenas. Es decir, que como en muchísimas otras ocasiones, los sacerdotes en el poder, manipularon los símbolos sagrados para hacerlos más populares entre el grueso de la población (las masas) tal y como sucedió en Egipto en la época de la Dinastía Ptolemaica cuando estos introdujeron las divinidades griegas a los templos de Alejandría, divinidades a las cuales travistieron a la usanza egipcia además de agregarles los tocados típicos con los que se ornamentaban las figuras sagradas del Panteón del Nilo. Tal y como sucedió también en época de los Tudor, cuando a Tomás Cramer se le encomienda la creación de una religión para el pueblo, la cual fuese un término medio entre el catolicismo y protestantismo y así evitar la guerra civil que menguaba fuertemente a la población y ponía en un severo riesgo a la monarquía quien no podía favorecer ni a un bando ni a otro sin que estos sucintase resentimiento y sedición en el bando contrario.
Así, como en muchas otras ocasiones, la élite sacerdotal tuvo que inventarse una nueva divinidad que satisficiera a la población dominada. Tal como en el caso de los Ptolomeos, que introdujeron dioses extranjeros, pero adaptándoles ciertos elementos sagrados propios del pueblo sometido. Así, la virgen, la reminiscencia de la divinidad femenina dentro del catolicismo, fue adaptada, modificada y alterada hasta el más mínimo detalle, para que esta fuese reconocida como una divinidad afín a los dioses que nuestros ancestros habían perdido en las hogueras sojuzgadoras de los frailes dominicos que con ayuda y apoyo de los invasores, profanaron y destruyeron todo lo sagrado perteneciente a los pueblos indígenas. Y la virgen, surge como una especie de elemento de resignación dentro de una nueva religión tan discorde y tan nefasta, que resultó ser para nuestro pueblo.
De ser así tendríamos que adjudicarle el mérito de la invención de la virgen de Guadalupe (versión región cuatro, porque existía antes otra versión de la Virgen de Guadalupe la cual era venerada en España desde el s XIII) a nadie más que al fraile franciscano Juan de Zumárraga, quien por aquel entonces era el primer obispo en suelo mexicano, y lo cual, a título personal, considero que haya sido lo más probable por resultar misteriosamente conveniente para ellos.
La segunda probabilidad que puede plantearse, es que el mito guadalupano sea una inserción indígena dentro del catolicismo, como muchos pueblos sometidos al cristianismo por la fuerza lo han hecho. Como los britanos que convirtieron sus principales centros sagrados paganos en focos del cristianismo medieval, como Canterbury, Westminster, Tintagel entre otros puntos. Los irlandeses por su parte, vieron canonizadas una multiplicidad de sus antiguos dioses paganos, incluso hadas y duendes venerados por los irlandeses, figuran hoy dentro del santoral católico [1].
En Francia, sucedió lo mismo, y sucede que donde se supone que reposan los restos del misionero "san" Martín de Tours, era en la antigüedad un centro sagrado pagano.
Así pues, pudo ser muy probable que nuestros antepasados, como un último suspiro por mantenerse fiel a la Divinidad Femenina Providente adaptasen a alguna de sus divinidades, la cual muy probablemente fue la Diosa Coatlicue (o Tonantzin), la cual era la madre de Huitzilopochtli, un Dios Solar; y está de más mencionar que muchas veces se han hecho paralelismos entre Jesucristo y las divinidades solares. En tal caso los paralelismos existentes entre la mitología azteca y la cristiana guardan asombrosas similitudes. Coatlicue y la Virgen, concibieron por Gracia Divina, milagrosamente quedaron en cinta. Sus hijos fueron relacionados con el culto al Sol y de quienes, en ambos casos, se celebra su nacimiento en el solsticio de invierno. Además, ambas divinidades femeninas, fueron consideradas como arquetipos de la Gran Diosa Madre Providente y asociada a la Fertilidad. Entonces, de todo esto, podemos deducir que también pudo tratarse de una filtración indígena dentro del catolicismo, de lo que de ser cierto, sería algo de lo que me sentiría muy orgulloso de nuestros antepasados indígenas, quienes a manera de venganza por el sometimiento, pusieron a los cristianos a venerar a una Diosa Pagana Indígena.
De ser así, el mérito puede atribuírsele al príncipe indígena Cuauhtlatoatzin [2] el cual es mejor conocido como "san" Juan Diego, quien además está incluido en el canon cristiano, y millones de incautos fieles católicos lo veneran como santo.
El punto importante que radica aquí es que los paralelismos existentes entre la Guadalupe y Coatlicue-Tonantzin son indiscutibles.
EL CULTO GUADALUPANO HOY EN DÍA.
El culto a la virgen de Guadalupe, es uno de los pocos símbolos religiosos que México ha aportado a la humanidad. Sin embargo, es una aportación que puso al servicio de las arcas romanas y por lo tanto, no es algo de lo que debamos estar muy orgullosos.
Sin embargo, muchos hombres y mujeres y líderes espirituales de la Nueva Era y de la Espiritualidad Occidental Pos-Modernista ven en el culto a la virgen de Guadalupe una reivindicación de lo Sagrado Femenino; en otras palabras, ven en ello el resurgimiento al Culto a la Diosa, la Madre, la Naturaleza. Lo cual, visto desde esta perspectiva, puede ser que realmente estemos a la ante sala de una nueva espiritualidad que complete ese gran circulo dual masculino-femenino (o andrógino en todo caso) que fue castrado de la religiosidad universal gracias al sistema de creencias monoteísta. Lo cual por tanto resultaría en el resurgimiento de lo pagano, o mejor dicho, lo neo-pagano.
En el caso de algunas corrientes del protestantismo, la figura de la virgen de Guadalupe, suele ser visto como un símbolo de la reivindicación del feminismo, el indigenismo, y el hispanismo, y es por tanto una figura que tiende a ser muy querida por representar a las minorías históricamente oprimidas por el cristianismo oficial dogmático.
Leyendo hace unos minutos las noticias, me enteré de que se calculaba un aproximado de cinco millones de visitantes en la basílica. Ante esto sólo puedo opinar que la fe de un pueblo es maravillosa, el problema aquí es que la mafia romana está detrás de este embrollo, y que la fe de toda esta gente, robustece las arcas de una institución que siempre ha sido, fue y será nociva para México. Espero que la gente que el día de hoy fue a rendirle culto a Guadalupe-Tonantzin-Coatlicue, fuera por el deseo ardiente de nuestro subconsciente por venerar a lo Sagrado Femenino y no por sumisión a una religión imperial culpable en gran medida del amodorramiento e ignorancia de las masas mexicanas.
1. Vida y Obra de los Santos; Paul L. Williams; Prentice Hall.
2. "Cuauhtlatoatzin", nombre indígena de Juan Diego que significa "Águila que habla".
sábado, 6 de febrero de 2010
Otra más sobre el Mito Guadalupano
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