La Sombra, By Drako-Konztantyno .´.

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domingo, 21 de octubre de 2018

El Himno Nacional no me representa


Un amigo de Facebook ( Victor Pacho ) posteo una pregunta que me resultó interesante...
"¿El himno nacional te representa?"
Y en mi opinión, a mí no.
Desde mí personal punto de vista y considerando mi formación que es teológica, el himno nacional fomenta la idolatría a una "Gloriosa Patria" inexistente y que nunca ocurrió. No sé en otros países, pero aquí, el himno nacional es producto de propaganda de una élite/oligarquía fascista que pretendía fomentar la obediencia del pueblo hacia el Estado, y por ello esta misma oligarquía hizo todo lo posible por crear una nación atea asegurándose la sumisión del pueblo.
Como educador, mi opinión es menos favorable, porque al fomentarlo entre los niños, lo que estamos haciendo es mentirles y llenándoles la cabeza de patrañas y aberraciones dizque "Históricas". 😒

lunes, 17 de abril de 2017

Donjuan ¿Histérico?

¿Neurosis masculina?
¿Histeria masculina?
Desorden somático de conversión ¿sin la conversión? ¿o sin lo somático?


Todos conocemos a algún Don Juan en la vida real. Jóvenes (y no tan jóvenes) aduladores, atractivos, seductores, con un don especial de palabra, halagadores. Enamoran a las mujeres con su mera presencia. Exhiben una falsa omnipotencia que deslumbra y seduce.

 Pronto reconocemos la típica triada histérica, también presente, en mujeres histéricas: seducción, triunfo y desprecio. Don-Juanes seducen a mujeres de manera voraz, compulsivamente, a muchas, constantemente. Una vez “conseguida” la mujer, deja de ser objeto de deseo y es, en contra, despreciada. Y la búsqueda de otra nueva conquista continúa. La huida continúa; porque pareciera que el Don Juan huye de las mujeres, albergando un odio inconsciente a la mujer. Es incapaz de desarrollar una relación auténtica, verdadera, profunda con las mujeres.

 Si posamos la mirada sobre la evolución psicoafectiva, vemos que parece que en la mayoría de los casos, la madre (y padre) de Don Juan le hubieran designado a él como favorito entre los hermanos -si los hubiera-, desplazando todo su amor hacia el hijo predilecto, favorito, incapacitándole, anulándole, abogándole al fracaso de no poder cumplir nunca con las expectativas impuestas. Éste desarrolla un fuerte narcisismo, de esto que a los Don Juanes se les tache de narcisistas: incapaces de amar, incapaces de establecer relaciones, pura apariencia, compitiendo constantemente, faltos de empatía, egoístas, con un sentimiento de vacío constante que intentan tapar con nuevas conquistas, inconstantes en el humor, impredecibles, agresivos, explotadores en las relaciones, como narciso, enamorados de sí mismo, siempre anulando al otro. El Otro como tal no existe.


¿Necesidad de atención?

Quieren llamar la atención permanentemente tratando de centrar la atención en ellos. Requieren de la valoración y opinión de los que lo rodean para ser considerados. Lo hacen para tratar de equilibrar una “carencia inconsciente”. Toda esa movilización es sólo una fachada preparada inconscientemente para captar la atención y afecto ajeno. Se acercan a la otra persona con el deseo INCONSCIENTE de recibir algo a cambio, o de manejar la situación para obtener una ganancia. Tienen “cambios bruscos de personalidad”, porque aparentan que aman, seducen y desaparecen cuando aflora su incapacidad (es allí donde tienen los cambios bruscos de personalidad).


¿Problemas emocionales?

Son “vacíos interiormente” y muestran “incapacidad para amar” en forma sincera, (por eso se nutren con la mirada del otro), pero fingen que aman, para recibir afecto a cambio. Sufren y hacen sufrir a los demás.

domingo, 16 de abril de 2017

Pontificia y Soberana orden de Caballeros Águila de San Juan.

Pontificia y Soberana orden de Caballeros Águila de San Juan. Paralelo al exarcado del Valle Cuahunahuac y Todas las Mesoamércas, Se establece la creación de una orden caballerezca que se establece en los tres grados ordinales de caballería. El Tercer Grado, el de Maestre, lo ostentará el Caballero Águila que presida el capítulo. Este caballero será investido con el grado de Caballero Águila Presidente, y su distintivo será el del Búho (quien será la figura en la cual reviste la permanencia de cada una de las órdenes). El búho, al ser la figura arquetípica universal relacionado a la paciencia y la sabiduría estará presente en los distintivos de los presidentes de capítulo (el cuál deberá estar formado de por lo menos tres caballeros águilas más) y será también quien posea la plena facultad de iniciar a los Caballeros Águila, y autorizar la recepción de aprendices. El Segundo grado, el más importante, estará formado por los Caballeros Águila, miembros en pleno y están obligados a la participación de sus asuntos de la orden, y a la formación de los aprendices (1). El primer grado, corresponde al aprendiz o iniciando. La figura de este grado será la de un ave desprovista de plumas o polluelo; símbolo de que aún no está del todo apto para emprender el vuelo por sí solo. Los fines de la orden serán dos en específico; una espiritual, y la otra, altruista. El fin espiritual pretende, que en compañía de los demás miembros, y con la guía de maestro, el cabalero emprenda un viaje de desarrollo de cualidades específicas a su persona, los cuales lo lleven por el camino iniciático del despertar espiritual. Para esto se pretende que los interesados en pertenecer a dicha orden, posean una particular inclinación en lo referente a la sanación, el arte, e incluso por actividades sociales que persigan el desarrollo y el bienestar de la comunidad, así como aquellas destinadas a la protección y veneración (respeto) por el orden natural (naturaleza) los cuales formen en el interesado, una vía mediante la cual, paralelamente a la orden, los inciandos poseean un sendero de realización la cual sea contribuyente al despertar espiritual. Es decir; serán aceptados todos aquellos miembros que persigan intereses tanto artístico-culturales, terapéuticos (de cualquier clase), o ecológico sustentables - de desarrollo social comunitario. Cabe aclarar que la membresía a la orden es universal y libre, lo cual no compromete de ninguna manera, la expresión de la individualidad personal, sean de naturaleza sexo-genéricas, etnico-culturales, y sociales. Quedando de esta manera, reservadas las admisiones de aquellos quienes sus ideologías políticas sean contrarias a los fines y naturaleza de esta orden. El fin altruista se expresara en la naturaleza gentil e incluyente de os fines de esta orden. Se buscará el desarrollo pleno de los atributos altruistas y personales de los miembros, los cuales se pretende, estos se compartan con la comunidad en la cual se desarrollan las actividades de la orden; sus miembros, sus familias, la comunidad, y finalmente a cualquier persona interesada en las actividades e intereses de la orden, aún sin pretensiones de formar parte de ésta; así como de ser beneficiado de los talentos desarrollados en ella, muy en específico el acompañamiento al desarrollo personal-espiritual, lo terapéutico, o lo necesario para el desarrollo de las potencialidades y talentos. Al desarrollarse esta orden en tierras mesoamericanas, toma el nombre y uno de los grados de la tradicional caballería mexicana, presentes en algunas culturas clásicas de la región, como Mayas, Toltecas y Aztecas. El Águila será relacionada pues, al emprendimiento del sendero/vuelo espiritual, en compañía de los hermanos y miembros, en beneficio del desarrollo moral y de consciencia entre los pueblos en los que se establezca. El Águila es también el símbolo de San Juan el Amado, símbolo del perfecto aprendiz, del amor filial hacia los hermanos y hacia la humanidad entera, así como hacia el amor, así como el amor, veneración y respeto hacia el Maestro de Maestros (y su sendero, o al de cualquier otro Maestro para quienes no pertenezcan al exarcado o a la tradición cultural cristiana) (1). Ya que todo vuelo tiene como el objeto llegar hacia el Maestro, de manera tal que el desarrollo individual, personal y en compañía de la orden, nos conduzca a ser uno con Él a través de nosotros mismos. La membresía no estará en lo absoluto limitada a miembros o simpatizantes del exarcado, sin embargo, se espera que los miembros del exarcado deseen pertenecer paralelamente a la orden, o incluso ratificar el grado equivalente a ordenes mayores a los miembros que deseen incardinarse a éste como clero. Exceptuando el de exarca, evidentemente, para cuyo caso se otorgará el tratamiento honorario Arcipreste/Protopresbítero, o de Prior en el caso de quien presida una orden cuyos caballeros, miembros, todos, pertenezcan al clero y a la orden, simultáneamente. Para estos casos particulares, los miembros estarán excentos de la formación religiosa académica. 1. Para los miembros femeninos e incluso para capítulos enteros formados en su totalidad por mujeres, el símbolo asociado será el del pelícano y el nido; esto asociando la cualidad femenina de procurar la vida, y de la fuerza materna del cual gozan ellas, el cual les hace partícipes de una especial vinculación/conexión hacia la Madre (tierra, naturaleza) y en sus capítulos particulares o en los presididos por una dama (o caballera águila si se prefiere) el Término Maestro de Maestros podrá sustituirse por Madre, la Gran Madre, o Madre Naturaleza] y las aprendices podrán identificarse a sí mismas como sores, o damiselas; mientras que las maestras podrán optar por el tratamiento de matrona.

martes, 11 de abril de 2017

El desempleo le ha llegado a Satanás

No pienses que el infierno está en algún lugar de las profundidades de la tierra. Es más, ni siquiera es un lugar, y si lo fuera ya estarías en él...

  El infierno eres tú, está en cada uno de tus actos inconscientes.

  ¿Por qué la humanidad entera está siempre angustiada? Porque siempre estamos actuando de manera poco inteligente y carente de amor. Por eso siempre estamos al pendiente de la violencia y en expectativa de que suceda lo peor; en otras palabras, nos encontramos ávidos de más y más destrucción.

  Pasada la Segunda Guerra Mundial, Satanás estaba estupefacto ante tanta y tanta destrucción. Vaya, al parecer sus servicios habían dejado de ser necesarios desde hacía mucho tiempo, así que se decidió a realizar una investigación de campo (o de marketing, como le llaman) para entender un poco de lo que estaba pasando y ver si podía conocer un poco sobre la forma tan novedosa e ingeniosa en que las naciones más poderosas lo estaban aventajando en los menesteres sobre como hacer el mal, y sobre sus metodologías de vanguardia para crear dolor, angustia y sufrimiento sobre el resto de los seres humanos. Así pues, se decidió a entrevistar a tres espías de las naciones que ganaron la SGM, y solicitó a sus lacayos que se los hicieran traer.

  Al primero que encontraron fue al jefe de operaciones rusas y la conversación fluyó más o menos así:

  Satanas: Si ya terminó la SGM ¿Por qué sigues preparándote para la guerra? Saben ustedes que si necesitan algo, cualquier cosa, yo se las habría concedido Espía Ruso: Escúchame bien, mediocre, en primer lugar, como puedes ver ya no te necesitamos a ti, y mucho menos a Dios... Nosotros los rusos, tenemos nuestra propia trinidad: Marx, Lenin y Stalin. Esta trinidad es la que nos ha llevado al poder, por lo tanto, les creemos a ellos. Así que ni tú ni Dios nos son necesarios... Pero, si a caso me llamaste a negociar, destruye a los Estados Unidos. Si tú destruyes a a EE.UU. Nuestros líderes te venerarán, y no sólo eso, sino que también reconstruiremos los templos, catedrales e iglesias, e incluso construiremos nuevos santuarios para que la gente común y corriente vaya a adorar a Dios... Pero, como probablemente no tengas ni el poder ni la autoridad para hacerlo, no te preocupes, nosotros podremos sin tener que darte nada a cambio. Nos tomará un poco más de tiempo sin tu ayuda, pero lo lograremos. Sólo dinos que no puedes y ya está ¡Aquí no ha pasado nada, y esta entrevista nunca se llevó a cabo!

  Al salir el ruso del despacho de satanás, ya se encontraba afuera esperando el jefe de operaciones militares de los Estados Unidos, quien en persona se entrevistaría con Satanás, porque como han de saber, los intereses estadounidenses nunca dejan pasar ninguna oportunidad. Lo mismo se entrevistan con el Papa que con el Alhatolla, siempre, evidentemente considerando a todos como sus inferiores o sus subordinados. Así que al ver salir al ruso se puso de pie, y le dio un fuerte apretón de manos y lo saludó calidamente. Obviamente sabemos que así de hipócrita es el ambiente de la política.

  Entró pues el norteamericano con aire garbo, saludó y sin esperar a ser invitado tomó el asiento principal en el despacho de Satanás, y si darle siquiera la oportunidad de comenzar con la entrevista le soltó a quemarropa:

  "Nuestro gobierno te ve como un potencial aliado para poder borrar a la URSS/Rusia del mapa. Necesitamos de vuestros servicios para hacerla desaparecer, pero, si acaso ya has llegado a un acuerdo con ellos, pues fascinante. Sólo proporcionanos ese dato, y nosotros mismo la haremos desaparecer con o sin tu ayuda".

  Dicho esto, salió del despacho después de un cálido "Buenas tardes" y un "que Dios bendiga a Norteamérica". Dejando a Satanás pasmado, puesto que podía entender la actitud del ruso debido a sus posiciones ateas, pero no podía entender qué había pasado con el norteamericano, puesto que se trataba del representante de la nación que se veía a sí misma como la más creyente del mundo. Sólo una cosa le quedó clara; que no había ninguna diferencia entre el creyente y el ateo, el comunista y el capitalista, ni entre el dictatorial y el que se sentía amante de los ideales de "libertad". Su deseo era el mismo.

  Como sus esbirros no encontraban a un tercer espía que representara a los intereses del resto de las potencias, se tardaron un poco en traerlo, tiempo que Satanás empleó para realizar apuntes sobre lo que había sucedido hasta ese momento.

  Poco después ingresó un elegante caballero inglés, quien de alguna manera se las arregló para que lo presentaran ante satanás como Lord protector de los intereses del pueblo y la corona británica. Después de esto, siendo introducido ante su anfitrión, pidió una cordial y engalanada disculpa por su breve demora, haciendo bromas inteligentes y agudas sobre como sus escoltas le hicieron difícil cumplir al merito de la puntualidad.

  Este elegante y educado caballero entretuvo a Satanás con una amena y elocuente conversación llena de intrascendencias, y se mostraba insistente en llamar a su interlocutor Su Satanidad, en vez de solamente Satanás, puesto que insistió que era lo propio para la etiqueta de la ocasión...

  Después de que el Lord Espía hiciera traer unos ligeros emparedados de pepinillos y servirle a Su Satanidad un par de tazas de te (que quien sabe de dónde las sacó, aunque muy probablemente las había traído con sigo para agasajar al Diablo, con productos propios del Imperio Británico), Se animó a solicitarle que le confesase el motivo de esa reunión, no sin antes agradecerle por su gentil invitación.

  Ya relajado un poco Satanás, con respecto a los acontecimientos previos, y bajando la guardia al sentirse cómodo y en confianza ante este caballero de amables gestos, se animó a confesarle sus motivos, y no sólo eso, sino que también le soltó su inquietud sobre las actitudes de sus anteriores invitados, las cuales evidentemente habían sido las que lo llevaron a estar prácticamente desempleado...

  Al escuchar esto el Lord, le retiró la tasa y se la cambió por una copa, la cual atentamente se dedicó servir cada vez que quedaba medio vacía, mientras de manera cálida y casi terapéutica, guiaba la conversación hacia las frustraciones de su anfitrión.

  Después de recitar algunos viejos refranes ingleses, apropiados para este tipo de situaciones, le dijo.

  "Querido amigo, nosotros somos muy empáticos con sus congojas, puesto que tenemos que lidiar todos los días con estos dos pesados. Sin embargo, le aconsejo mi amigo, que lo mejor que podría hacer por su propio bien, es ayudarlos a ambos a que se destruyan el uno al otro, y si no, por lo menos aliéntalos a que lo hagan. Al fin que se sienten muy capaces y no tienen ninguna consideración para con tus sentimientos".

  Dicho esto, contó un par de insípidos, pero de un mordaz contenido, sobre los ruso-soviéticos y los norteamericanos. Después externó su agradecimiento por la invitación e insistió que en breve lo visitara en su mansión, prometiéndole que él mismo lo presentaría ante la reina y el primer ministro, y que incluso pediría al parlamento que lo autorizaran como orador, para que pudiera expresar su sentir ante el pleno de la cámara de los Lores.

  "Puedes creer que este sujeto no me pidió nada, ¡qué amable!, y no sólo eso, sino que también me reconfortó con su amistad y muy amablemente me aconsejó al respecto." Le dijo a su asistente quien se dedicó a tomar nota del encuentro, de manera discreta y silenciosa.

  "Su Satanidad, que diga, Satanás, ¡vaya que lo hizo!, pero muy a su peculiar y engañosa manera, y tú ni te diste cuenta. Este último de tus invitados quiere que los destruyas a ambos, pero no te lo pidió abiertamente...

  Después de esto, y evidentemete estando más consternado que antes, se encerró en su despacho para poder proporcionarse a sí mismo una explicación de cómo la humanidad había llegado a este punto...

  Después de varios días de ostracismo y encierro que le implicaron llegar al máximo de sus capacidades intelectuales (porque mentira que el diablo sea sabio por ser viejo o por ser diablo, y esto había quedado demostrado en que por viejo y anticuado se había quedado obsoleto y desempeado) pudo llegar a la raíz del asunto en cuestión...

  El hombre después de haber mordido la manzana, había dejado de requerir de sus servicios. A partir de ese momento la humanidad quedó infectado de un terriblemente mal que era al mismo tiempo virulento y crónico-degenerativo. A partir de este momento los seres humanos se hicieron obsesivos sobre sí mismo, egoístas, narcisistas y egocentristas. Sólo que la enfermedad ha avanzado más en unos que en otros, y en el momento en que tratan de salir de esa terrible enfermedad, o algo los obliga a salir de ella, se detonan oleadas de violencia entre los poderosos, y de neurosis entre los no poderosos.

  Entonces se dio cuenta de que tanto él como Dios se habían perdido del camino de los hombres, puesto que estos poseían un nuevo dios y un nuevo satán, El dios del poder, y el satán de la neurosis...

  Y efectivamente, sabiendo esto, no le quedó más que aceptar su realidad. Nadie necesitaba de él, ni el mundo necesitaba de un infierno, puesto que se había convertido en un lugar mucho peor.

  Sin embargo, aún quedaba un poco de esperanza para los menos infestados de esa enfermedad, quienes podrían tener la oportunidad de ir a Dios, pero sólo si se comprometieran fuertemente en traer fragmentos de cielo aquí a la tierra, tal como lo hicieron Jesús y los profetas, y así como alguno que otro santo; los padres del desierto, Francisco, el de Asís, Gandhi, Luther-King y madre Teresa.

 

☠Drako-Konztantyno††.'.
HERESIARCA APOSTÓLICO DEL CUAUHNAHUAC
Y DE TODAS LAS MESOAMÉRICAS.
http://drako-konztantyno.blogspot.com/


 (Inspirado en el sermón de Dios Según Buda, sobre cómo ir al infierno y volver).

lunes, 9 de enero de 2017

El Método de Oración Hesicasta

"A Aquellos que un día iniciaron el Camino del Corazón: la Hesiquía"

 EL METODO DE ORACION HESICASTA
según la enseñanza del padre Serafín del Monte Athos.
    Cuando un joven filósofo, llegó al Monte Athos, había leído ya un cierto número de libros sobre la espiritualidad ortodoxa, particularmente la pequeña filocalia de la oración del corazón en los relatos del peregrino ruso. Estaba seducido sin estar verdaderamente convencido. Una liturgia vivida en su ciudad le había inspirado el deseo de pasar algunos días en el Monte Athos, con ocasión de sus vacaciones en Grecia, para saber un poco más sobre el método de la oración de los hesicastas, esos silenciosos a la búsqueda de "hesychia", es decir, de paz interior. Contar con detalle cómo llegó al padre Serafín, que vivía en un eremitorio próximo a San Pantaleón, sería demasiado largo. Digamos únicamente que el joven filósofo estaba un poco cansado. No encontraba a los monjes a la altura de sus libros.

 Digamos también que, si bien había leído varios libros sobre la meditación y la oración, no había rezado verdaderamente ni practicado una forma particular de meditación y lo que pedía en el fondo no era un discurso más sobre la oración o la meditación sino una "iniciación" que le permitiera vivirlas y conocerlas desde dentro por experiencia y no sólo de "oídas". El padre Serafín tenía una reputación ambigua entre los monjes de su entorno. Algunos le acusaban de levitar, otros de que gritaba y gemía, algunos le consideraban como un campesino ignorante, otros como un venerable staretz inspirado por el Espíritu Santo y capaz de dar profundos consejos así como de leer en los corazones.

 Cuando se llegaba a la puerta de su eremitorio, el padre Serafín tenía la costumbre de observar al recién llegado de la manera más impertinente: de la cabeza a los pies, durante cinco largos minutos, sin dirigirle ni una palabra. Aquéllos a quienes ese examen no hacía huir, podían escuchar el áspero diagnóstico del monje: En usted no ha descendido más abajo del mentón. De usted, no hablemos. Ni siquiera ha entrado. Usted... no es posible... que maravilla. Ha bajado hasta sus rodillas... Hablaba del Espíritu Santo y de su descenso más o menos profundo en el hombre. Algunas veces a la cabeza, pero no siempre al corazón ni a las entrañas... Así es como juzgaba la santidad de alguien, según su grado de encarnación del espíritu. El hombre perfecto, el hombre transfigurado era para él, el habitado todo entero por la presencia del Espíritu Santo de la cabeza a los pies. "Esto no lo he visto sino una vez en el staretz Silvano, decía, era verdaderamente un hombre de Dios, lleno de humildad y de majestad". El joven filósofo no estaba aún ahí.

El Espíritu Santo sólo había encontrado paso en él "hasta el mentón". Cuando pidió al padre Serafín que le hablase de la oración del corazón y de la oración pura según Evagiro Póntico, el padre Serafín comenzó a gemir. Esto no desanimó al joven, que insistió. Entonces el padre Serafín le dijo: "Antes de hablar de la oración del corazón, aprende primero a meditar como la montaña...". Y le mostró una enorme roca: "Pregúntale cómo hace para rezar. Después vuelve a verme".

 Meditar como una montaña

Así comenzó para el joven una verdadera iniciación al método de oración hesicasta. La primera meditación que le habían propuesto se refería a la estabilidad, al enraizamiento de un buen cimiento. En efecto, el primer consejo que se puede dar al que quiere meditar no es de orden espiritual sino físico: siéntate. Sentarse como una montaña quiere decir tomar peso, estar grávido de presencia. Los primeros días al joven le costaba mucho quedarse inmóvil, con las piernas cruzadas, con la pelvis ligeramente más alta que las rodillas. Una mañana sintió realmente lo que quería decir meditar como una montaña. Estaba allí con todo su peso, inmóvil. Formaba una sola cosa con ella, silencioso bajo el sol. Su noción del tiempo había cambiado ligeramente. Las montañas tienen un tiempo distinto, otro ritmo. Estar sentado como una montaña es tener la eternidad delante, es la actitud justa para el que quiere entrar en la meditación: saber que está la eternidad detrás, adentro y delante de sí. Antes de construir una iglesia es necesario ser piedra y sobre esta piedra (esta solidez imperturbable de la roca) Dios podría construir su Iglesia y hacer del cuerpo del hombre su templo. Así comprendía el sentido de la palabra evangélica: "Tú eres piedra y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia". Se quedó así varias semanas. Lo más duro era pasar varias horas "sin hacer nada". Era menester volver a aprender a estar, simplemente estar, sin objeto ni motivo. Meditar como una montaña era la meditación misma del Ser, "del simple hecho de Ser", antes de cualquier pensamiento, cualquier placer o dolor. El padre Serafín le visitaba cada día, compartía con él sus tomates y algunas aceitunas. A pesar de esta régimen tan frugal, el joven parecía haber ganado peso. Su paso era más tranquilo. La montaña parecía haberle entrado en la piel. Sabía acoger su tiempo, acoger las estaciones, estar silencioso y tranquilo, a veces como la tierra árida y dura, otras veces como el flanco de una colina que espera la cosecha. Meditar como una montaña había modificado igualmente el ritmo de sus pensamientos. Había aprendido a "ver" sin juzgar, como si diese a todo lo que crece en la montaña "el derecho de existir". Un día, unos peregrinos, impresionados por la calidad de su presencia, le tomaron por un monje y le pidieron la bendición. Al enterarse de esto, el padre Serafín comenzó a molerle a golpes... El joven empezó a gemir. "Menos mal, creía que te habías hecho tan estúpido como los guijarros del camino... La meditación hesicasta tiene el enraizamiento, la estabilidad de las montañas, pero su objetivo no es hacer de ti un tocho muerto sino un hombre vivo". Tomó al joven del brazo y le condujo hasta el fondo del jardín donde, entre las hierbas salvajes, se podían ver algunas flores. "Ahora ya no se trata de meditar como una montaña estéril. Aprende a meditar como una amapola, aunque no olvides por eso la montaña".

 Meditar como una amapola

Así fue como el joven aprendió a florecer. La meditación es ante todo un cimiento y eso es lo que le había enseñado la montaña. Pero la meditación es también una "orientación" y es lo que ahora le enseñaba la amapola: volverse hacia el sol, volverse desde lo más profundo de sí mismo hacia la luz. Hacer de ello la aspiración de toda su sangre, de toda su savia. Esta orientación hacia lo bello, hacia la luz, le hacía a veces enrojecer como una amapola. Aprendió también que para permanecer bien orientada, la flor debía tener el tallo erguido. Comenzó, pues, a enderezar su columna vertebral. Esto le planteaba algunas dificultades porque había leído en ciertos textos de la filocalia que el monje debía estar ligeramente curvado, con la mirada vuelta al corazón y las entrañas. Cuando pidió una explicación al padre Serafín, los ojos del staretz le miraron con malicia. "Eso era para los forzudos de otros tiempos. Estaban llenos de energía y había que recordarles la humildad de la condición humana. Doblarse un poco el tiempo de la meditación no les hacía ningún daño... pero tú más bien tienes necesidad de energía y por tanto, en el tiempo de la meditación, enderézate, estáte vigilante, ponte derecho vuelto hacia la luz, pero sin orgullo... por otro lado, si observas bien la amapola, te enseñará no sólo el enderezamiento del tallo sino además una cierta flexibilidad bajo las inspiraciones del viento y también una gran humildad". En efecto la enseñanza de la amapola consistía también en su fugacidad, en su fragilidad. Había que aprender a florecer pero también a marchitarse. El joven comprendía mejor las palabras del profeta: "Toda carne es como la hierba y su delicadeza es la de la flor de los campos. La hierba se seca, la flor se marchita... Las naciones son como una gota de agua de rocío en el borde de un cubo... Los jueces de la tierra apenas plantados, apenas arraigados..., se secan y la tempestad se los lleva como paja" (Is 40). La montaña le había enseñado el sentido de la eternidad, la amapola le enseñaba la fragilidad del tiempo: meditar es conocer lo Eterno en la fragilidad del instante, un instante recto, bien orientado. Es florecer el tiempo en que se nos ha dado florecer, amar en el tiempo en que se nos ha dado amar, gratuitamente, sin por qué; puesto que ¿por qué florecen las amapolas? Aprendía así a meditar "sin objeto ni beneficio", por el placer de ser y de amar la luz. "El amor tiene en sí mismo su propia recompensa", decía San Bernardo. "La rosa florece porque florece, sin por qué", decía también Angelus Silesius. La montaña florece en la amapola, pensaba el joven, todo el universo medita en mí. Ojalá pueda enrojecer de alegría todo el tiempo que dure mi vida". Este pensamiento era sin duda excesivo. El padre Serafín comenzó a sacudir a nuestro filósofo y de nuevo le cogió por el brazo. Lo llevó por un camino abrupto hasta el borde del mar, a una pequeña cala desierta. "Deja ya de rumiar como una vaca el sentido de las amapolas. Adquiere también el corazón marino. Aprende a meditar como el océano".


 Meditar como el océano

 El joven se acercó al mar. Había adquirido un buen cimiento y una orientación recta; estaba en buena postura. ¿Qué le faltaba? ¿Qué podía enseñarle el chapoteo de las olas?. El viento se levantó. El flujo y reflujo del mar se hizo más profundo y eso despertó en él el recuerdo del océano. En efecto, el viejo monje le había aconsejado meditar "como el océano" y no como el mar. Cómo había adivinado que el joven había pasado largas horas al borde del Atlántico, sobre todo de noche, y que conocía ya el arte de poner de acuerdo su respiración con la gran respiración de las olas. Inspiro, expiro... y luego soy inspirado, soy expirado. Me dejo llevar por el soplo como alguien que se deja llevar por las olas. Hacía el muerto, llevado por el ritmo de las respiraciones del océano. Eso le había conducido a veces al borde de extraños desvanecimientos. Pero la gota de agua, que en otro tiempo "se desvanecía en el mar" guardaba hoy su forma, su consciencia. ¿Era efecto de su postura?, ¿de su enraizamiento en la tierra?. Ya no era el ritmo profundizado de su respiración quién le llevaba. La gota de agua conservaba su identidad y sin embargo sabía "ser una" con el océano. De este modo el joven aprendió que meditar es respirar profundamente, dejar ir el flujo y reflujo del aliento. Aprendió igualmente que aunque hubiese olas en la superficie, el fondo del océano seguía estando tranquilo. Los pensamientos van y vienen, nos llenan de espuma, pero el fondo del ser permanece inmóvil. Meditar a partir de las olas que somos para perder pie y echar raíces en el fondo del océano. Todo esto se hacía cada día un poco más vivo en él y se acordaba de las palabras de un poeta que le habían impresionado en su adolescencia: "La existencia es un mar lleno de olas que no cesan. De este mar la gente normal sólo percibe las olas. Mira cómo de las profundidades del mar aparecen en la superficie innumerables olas mientras que el mar queda oculto en ellas". Hoy el mar le parecía menos "oculto en la olas", la unidad de las cosas parecía más evidente sin que esto aboliera la multiplicidad. Tenía menos necesidad de oponer el fondo y la forma, lo visible y lo invisible. Todo constituía el océano único de su vida. En el fondo de su alma, ¿no estaba el ruah, el pneuma, el gran soplo de Dios? "El que escucha atentamente su respiración, le dijo entonces el monje Serafín, no está lejos de Dios. Escucha quién est ahí, al final de tu expiración, quién está en el origen de tu inspiración". En efecto, había momentos de silencio más profundos entre el flujo y reflujo de las olas, había allí algo que parecía llevar en sí el océano. 

Meditar como un pájaro

 Estar sobre un buen cimiento, estar orientado hacia la luz, respirar como un océano no es todavía la meditación hesicasta, le dijo el padre Serafín; ahora debes aprender a meditar como un pájaro. Y le llevó a una pequeña celda cercana a su eremitorio donde vivían dos tórtolas. El arrullo de los dos animalitos le pareció de momento encantador pero no tardó en ponerle nervioso. Parece que escogían el momento en que caía dormido para arrullarse con las palabras más tiernas. Preguntó al viejo monje que significaba todo aquello y si esa comedia iba a durar mucho. La montaña, la amapola, el océano, podían pasar (aunque uno pueda preguntarse qué hay de cristiano en todo ello), pero proponerle ahora este pájaro lánguido como maestro de meditación era demasiado. El padre Serafín le explico que en el Antiguo Testamento la meditación se expresa con la raíz traducida en general al griego por m‚l‚t‚ -meletan- y en latín por meditari-meditatio. En su forma primitiva la raíz significa "murmurar a media voz". Igualmente se emplea para designar gritos de animales, por ejemplo el rugido del león (Is 31,4), el piar de la golondrina y el canto de la paloma (Is 38,14), pero también el gruñido del oso. "En el monte Athos no hay osos. Por eso te he traído junto a una tórtola, pero la enseñanza es la misma. Hay que meditar con la garganta, no sólo para acoger el aliento, sino para murmurar el nombre de Dios día y noche... Cuando eres feliz, casi sin darte cuenta canturreas, murmuras a veces palabras sin significado y ese murmullo hace vibrar todo tu cuerpo con una alegría sencilla y serena. Meditar es murmurar como una tórtola, dejar subir ese canto que viene del corazón, como tú has aprendido a dejar que suba a ti el perfume de la flor... Meditar es respirar cantando. Sin quedarnos mucho en su significado, te propongo que repitas, murmures, canturrees lo que está en el corazón de todos los monjes del monte Athos: "Kyrie eleison, Kyrie eleison... " Esto no le gustaba mucho al joven filósofo. En algunas bodas o entierros lo había oído traducido por: "Señor, ten piedad". El monje se puso a sonreir: "Sí, es uno de los significados de esta invocación, pero hay otros muchos. Quiere decir también "Señor, envía tu Espíritu", que tu ternura esté sobre mi y sobre todos", "que tu nombre sea bendito", etc, pero no busques demasiado el sentido de la invocación. Ella se te revelar por sí misma. De momento sé sensible y estáte atento a la vibración que despierta en tu cuerpo y en tu corazón. Procura armonizarla apaciblemente con el ritmo de tu respiración. Cuando te atormenten tus pensamientos recurre suavemente a esta invocación, respira más profundamente, manténte erguido y conocerás el comienzo de la hesiquia, la paz que da Dios sin engaño a los que le aman". Al cabo de algunos días el "Kyrie eleison" se le hizo más familiar. Le acompañaba como el zumbido acompaña a la abeja cuando hace la miel. No lo repetía siempre con los labios. El zumbido se hacía entonces más interior y su vibración más profunda. El "Kyrie eleison" cuyo sentido había renunciado a "pensar" le conducía a veces al silencio desconocido y se encontraba en la actitud del apóstol Tomás cuando descubrió a Cristo resucitado: "Kyrie eleison", mi Señor es mi Dios. La invocación le llevaba poco a poco a un clima de intenso respeto por todo lo que existe. Pero también de adoración por lo que está oculto en la raíz de toda existencia. El padre Serafín le dijo entonces: "Ya no estás lejos de meditar como un hombre. Tengo que enseñarte la meditación de Abraham".

 Meditar como Abraham

Hasta aquí la enseñanza del staretz era de orden natural y terapéutico. Según el testimonio de Filón de Alejandría, los antiguos monjes eran "terapeutas". Más que conducir a la iluminación, su papel consistía en curar la naturaleza; ponerla en las mejores condiciones para que pudiera recibir la gracia, que no contradecía la naturaleza sino que la restauraba y cumplía. Es lo que hacía el monje con el joven filósofo enseñándole un método de meditación que algunos podrían llamar "puramente natural". La montaña, la amapola, el océano, el pájaro, eran otros tantos elementos de la naturaleza que recuerdan al hombre que debe ir más lejos, recapitular, los diferentes niveles del ser o incluso los diferentes reinos que componen el macrocosmos: el reino mineral, el reino vegetal, el reino animal... A menudo el hombre ha perdido el contacto con el cosmos, con la roca, con los animales y esto ha provocado en él desazones, enfermedades, inseguridades, ansiedad. La persona humana se siente "de más", extranjera en el mundo. Meditar era comenzar a entrar en la meditación y la alabanza del universo porque, como dicen los Padres, "todas las cosas saben rezar entes que nosotros". El hombre es el lugar en que la oración del mundo toma consciencia de ella misma; está para nombrar lo que balbucean las criaturas. Con la meditación de Abraham entramos en una consciencia nueva y más alta que se llama fe, es decir, la adhesión de la inteligencia y del corazón en ese "tú" que se transparenta en el tuteo múltiple de todos los seres. Esa es la experiencia de Abraham: detrás del titilar de las estrellas hay algo más que estrellas, una presencia difícil de nombrar, que nada puede nombrar y que sin embargo posee todos los nombres. Es algo más que el universo y que sin embargo no puede ser aprehendido fuera del universo. La diferencia que hay entre el azul del cielo y el azul de una mirada, más allá de todos los azules. Abraham iba a la búsqueda de esa mirada. Después de haber aprendido el cimiento, el enraizamiento, la orientación positiva hacia la luz, la respiración apacible de los océanos, el canto interior, el joven estaba invitado a despertar el corazón. "He aquí que de repente tú eres alguien". Lo propio del corazón es, en efecto, personalizarlo todo y en este caso, personalizar al Absoluto, la fuente de todo lo que es y respira, nombrarlo, llamarle "mi Dios, mi Creador" e ir en su Presencia. Para Abraham meditar es mantener bajo las apariencias más variadas el contacto con esta Presencia. Esta forma de meditación entra en los detalles concretos de la vida cotidiana. El episodio de la encina de Mambr nos muestra a Abraham "sentado a la entrada de la tienda, en lo más cálido del día"; allí acoger a tres extranjeros que van a revelarse como enviados de Dios. Meditar como Abraham, decía el padre Serafín, es "practicar la hospitalidad: el vaso de agua que das al que tiene sed, no te aleja del silencio son que te acerca a la fuente. Meditar como Abraham, ya lo entiendes, no sólo despierta en ti paz y luz sino también el amor por todos los hombres". El padre Serafín leyó al joven el famoso pasaje del libro del Génesis en que se trata de la intercesión de Abraham. "Abraham estaba delante de Yahvé... se acercó y le dijo: ¿Vas a suprimir al justo con el pecador? ¿Acaso hay cincuenta justos en la ciudad y no perdonarás a la ciudad por los cincuenta justos que hay en su seno...?" Poco a poco Abraham fue reduciendo el número de los justos para que Gomorra no fuera destruida. "Que mi Señor no se irrite y hablaré una vez más: ¿Acaso se encontrarán Diez?" (Gen 18,16) Meditar como Abraham es interceder por la vida de los hombres, no ignorar su corrupción pero sin embargo no desesperar jamás de la misericordia de Dios. Este estilo de meditación libera el corazón de cualquier juicio y condena, en todo tiempo y lugar. Aunque sean muchos los horrores que pueda contemplar, llama al perdón y a la bendición. Meditar como Abraham lleva aún más lejos. Las palabras pugnaban por salir de la garganta del padre Serafín, como si quisiera ahorrar al joven una experiencia por la que él mismo había debido pasar y que despertaba en su memoria un temblor casi sutil... esto puede llevar hasta el sacrificio... y le citó el pasaje del Génesis en que Abraham se muestra dispuesto a sacrificar a su propio hijo Isaac: "Todo es de Dios, murmuró el padre Serafín, Todo es de El, por El y para El. Meditar como Abraham te lleva a una total desposesión de ti mismo y de lo que te es más querido... Busca lo que valoras más, lo que identifica tu yo... para Abraham era su hijo único. Si eres capaz de esta donación, de ese abandono moral, de esa confianza infinita en lo que trasciende toda razón y todo sentido común, todo te será devuelto centuplicado. "Dios proveerá". Meditar como Abraham es adherirse por la fe a lo que trasciende el universo, es practicar la hospitalidad, interceder por la salvación de todos los hombres. Es olvidarse de uno mismo y romper los lazos más legítimos para descubrirnos a nosotros mismos, a nuestros prójimos y al universo habitado por la infinita presencia del "Unico que es".

 Meditar como Jesús

El padre Serafín se mostraba cada vez más discreto. Notaba los progresos que hacía el joven en su meditación y oración. Varias veces le había sorprendido con el rostro bañado en lágrimas, meditando como Abraham e intercediendo por los hombres: "Dios mío, misericordia. ¿Que será de los pecadores?". Un Día, el joven fue hacia él y le preguntó: padre ¿por qué no me hablas nunca de Jesús? ¿Cómo era su oración, su forma de meditar?. En la liturgia y en los sermones sólo se habla de él. En la oración del corazón, tal como se describe en la filocalia, hay que invocar su nombre. ¿Por qué no me dices nada de eso?". El padre Serafín pareció turbarse; como si el joven le preguntara algo indecente, como si tuviera que revelar su propio secreto. Cuanto más grande es la revelación recibida, más grande debe ser nuestra humildad para transmitirla. Sin duda no se sentía tan humilde: "Eso sólo el Espíritu Santo te lo puede enseñar. "Quién es el Hijo lo sabe sólo el Padre; quién es el Padre, lo sabe sólo el Hijo y aquél a quien el Hijo se lo quiera revelar" (Lc 10, 22). Tienes que hacerte hijo para rezar como el Hijo y tener con quién él llama su Padre, las mismas relaciones de intimidad que él y esto es obra del Espíritu Santo. El te recordar todo lo que Jesús ha dicho. El evangelio se hará vivo en ti y te enseñará a rezar como hay que hacerlo". El joven insistió: "Pero dime algo más". El viejo sonrió: "Ahora, lo que mejor podría hacer sería gemir, pero tú lo tomarías como un signo de santidad; por lo tanto mejor ser decirte las cosas con sencillez. Meditar como Jesús recapitula todas las formas de meditación que te he transmitido hasta ahora. Jesús es el hombre cósmico... sabía meditar como la montaña, como la amapola, como el océano, como la paloma. Sabía meditar como Abraham. Su corazón no tenía límites, amando hasta a sus enemigos, sus verdugos: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen". Practicando la hospitalidad con los que se llamaban enfermos y pecadores, los paralíticos, las prostitutas, los colaboracionistas... Por la noche se retiraba a orar en secreto y allí murmuraba como un niño "abba", que quiere decir "papá"... Esto puede parecer insignificante, llamar "papá" al Dios transcendente, infinito, innombrable, más allá de todo. El cielo y la tierra se acercan terriblemente. Dios y el hombre se hacen una sola cosa... quizás hace falta que alguien te haya llamado "papá" en la oscuridad para comprenderlo... Pero tal vez hoy estas relaciones íntimas de un padre y una madre con su hijo ya no signifiquen nada. Quizás sea una mala imagen. Por eso yo prefería no decirte nada, no usar imágenes y esperar a que el Espíritu Santo pusiera en ti los sentimientos y el conocimiento de Jesucristo para que ese "abba" no saliera de la punta de los labios sino del fondo de tu corazón. Ese día empezar s a comprender lo que es la oración, la meditación de los hesicastas".

Ahora vete

El joven se quedó algunos días más en el monte Athos. La oración de Jesús le llevaba a los abismos, a veces al borde de una cierta "locura". "Ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mí", podía decir con san Pablo. Delirio de humildad, de intercesión, de deseo de que "todos los hombres se salven y lleguen al pleno conocimiento de la verdad". Se hacía amor, se hacía fuego. La zarza ardiente ya no era para él una metéfora sino una realidad: "Ardía pero sin consumirse". Fenómenos extraños de luz visitaban su cuerpo. Algunos decía que le había visto andar sobre el agua o estar inmóvil a treinta centímetros del suelo... Esta vez el padre Serafín se puso a gemir: "¬Ya está bien! Ahora vete". Y le pidió que dejara Athos, que volviera a su casa y que viese allí lo que quedaba de esas bellas meditaciones hesicastas El joven se fué. Volvió a su país. Lo encontraron más delgado y no vieron nada espiritual en su barba más bien sucia ni en su aspecto más bien descuidado... Pero la vista de su ciudad no le hizo olvidar la enseñanza de su staretz. Cuando estaba muy agobiado, sin nada de tiempo, se sentaba como una montaña en la terraza del café. Cuando sentía en él orgullo o vanidad, se acordaba de la amapola ("toda flor se marchita") y de nuevo su corazón se volvía hacia la luz que no pasa nunca. Cuando la tristeza, la cólera, el disgusto, invadía su alma, respiraba profundamente, como un océano, volvía a tomar aliento en el soplo de Dios, invocaba su nombre y murmuraba: "Kyrie Eleison". Cuando veía el sufrimiento de los seres humanos, su maldad y su impotencia para cambiar nada, se acordaba de la meditación de Abraham. Cuando le calumniaban, cuando decían de él todo tipo de infamias, era feliz meditando con Cristo... Exteriormente era un hombre como los demás. No intentaba tener "aire de santo"... Había olvidado incluso que practicaba el método de oración hesicasta; simplemente intentaba amar a Dios cada momento y caminar en su presencia.

 (JEAN-YVES LELOUP. Questions de: "Meditation" nº 67. Ed. Albin Michel)

jueves, 29 de diciembre de 2016

Novio Plantado en el Altar












Bienvenidos de nuevo amigos y lectores.

Regresan los sueños de Cosas Raras.


El recuerdo más nítido al despertar se centra en una imagen, dentro de una amplia iglesia sobria y elegante. Se encuentra casi llena y estoy bastante consciente de quienes están presentes, pero sobre viene la presencia de mi padre, y me refiero no sólo a mi padre carnal, sino a todo el constructo psicológico y social al que puede referir el vocablo.

Creo que un concepto más acertado sería referir a toda la grey que engloba a actores sociales y personajes de autoridad tanto moral como simbólica que se encuentran presentes en lo que llamamos "la sociedad" y que en otrora hubieran sido autenticas figuras de personalidad y peso propios, pero que ahora aparecen como meras caricatura de lo que en otros años representaron o que al menos para mi caso particular, de un tipo que tiende a relativizar todo, y que se encuentra aún, en una franca rebeldía propia de quien sigue construyendo su personalidad ante la presencia a veces agobiante de las instituciones cada vez más devaluadas tanto de la familia, como del ámbito de las relaciones y contactos extendidos que nos vinculan a las autoridades civiles y laborales dentro de aspectos poco concretos; no se trata bien de representantes de un gobierno o de una empresa, sino que sólo a personajes que de algún modo les representan. A pesar de todo esto, sé que se encuentran la familia y sus amistades, pero su peso moral y psicológico en esta escena, son mínimas...

La primera sensación es la abrumadora incomodidad de sentirse frente a tales presencias que me representan a la figura paterna. Estoy ahí, de pie, ante toda esa gente y en compañía de un ministro (quien viste de sotana, roquete, tippet capa plubial negros, y una mitra alta y larga de color entre grisaceo o plateado, pero que hace muy bien juego con el resto de las vestiduras), sintiendo la tensión, pero al mismo tiempo esforzándome por relajarme; ~total, ¿qué puede pasar?~. Sin embargo en algún momento tengo la sensación de que intercambio papeles con el celebrante;
 ~Porque, vamos, ¡yo también soy clérigo!. Muy probablemente yo debería ser él~. Pero oh mentira. Es mi mente la que trata de ponerme en un papel diferente tratándome de sacar de alguna manera de la bochornosa espera...

~Espera~. ¡Ya di en el punto!
¿Qué es lo que estoy esperando?
Todo este embrollo se trata sobre una boda. Soy yo el novio, que espera intranquilamente a la persona con la que me voy a casar. Pero; esa persona no llega ~ Porque realmente sé que no existe~ y sin embargo estoy ahí esperando como un tonto, ante toda esa gente. Pero no es todo; yo mismo fingí todo esto, fingí esta farsa de la que en ese preciso momento quiero salir...














Segunda Parte


¿Cómo inició todo este embrollo?

Al despertar estoy todavía con la conmoción. El primer juego de mi mente consciente es reparar en que yo era el ministro que iba a oficiar, pero noté el intento vano del mecanismo de protección el cual no respondería en lo absoluto al sentimiento de incomodidad del momento.  Tratando de no caer en justificaciones traté de urgar en el sueño y di con el comienzo de la narrativa de esta historia de mi subconsciente.

Este último sueño comenzó al concluir el previo en una boda. Identifico que en el mismo lugar, contrajo nupcias una mujer regordeta a quien identifico como amiga o conocida; era la única quien me resulta familiar en este sueño, y ahora, mientras redacto estas líneas caigo en cuenta de que probablemente fuera una prima mía.

Justo al terminar el enlace, caigo en cuenta de que sería agradable o divertido el casarme yo también, aunque la idea me resulta más bien un tanto jocosa, como que sería propicio y a la vez cómico, ir hacia el altar. Pero, ¿con quién?...

Entre las asistente se encuentran algunos amigos gays, y pienso de inmediato en que sería bastante pícaro que al final todo se tratara de una broma de parte mía, y el enlace fuera una farsa entre yo y alguno de estos amigos míos. Sin embargo, inmediatamente después de esto me llega de pronto la presión social de tener en cuenta de que mi padre y todas estas figuras representativas se encontrarían presentes. Sin embargo esto no me detiene, y salgo del lugar comenzando a convidar gente al enlace, incluyendo a todas estas figuras de consideración. Pero; momento, esto cada vez se torna más serio, porque intuyo que estarán presentes personajes que aprecian aquella parte de mi personalidad que juega a ser en la vida, un personaje serio y moral. Gente que me conoce, que sabe de mi ministerio y que aprecia a esta parte de mí...

Creo que es en este momento en el que ya sé que no habrá tal enlace. ~Esperen, creo que me estoy dando cuenta de que en realidad, la opinión que tienen de mí, sí me importa~. Pero ya es demasiado tarde, ellos ya están ahí y yo ya estoy en la iglesia. Están de pie, creo que voy entrando... Me pongo de pie delante del ministro, y creo que en ese momento caigo en cuenta de que la farsa me salió mal, y lo peor de todo, es que ni tiempo me di de encontrar un o una cómplice que me siguiera el juego, o por lo menos me ayudara a salir del embrollo.

Insisto, ya es demasiado tarde, ya estoy ahí, de pie, anta todos los congregados y sin nadie que me pueda salvar de mí mismo...

La espera comienza a ser demasiado angustiosa, debido a que el tiempo está corriendo y aunque hay un intento semi consciente de tratar de serenarme, de pronto la realidad del momento me abofetea. Es decir, la espera misma es la que me abofetea y me confronta conmigo mismo.

Comienzo a pensar en que esa espera está ahí para arrojarme a lo que en realidad me abruma...

¡En el fondo sé, que nadie va a llegar!...






miércoles, 11 de noviembre de 2015

No a la Legalización de la Marihuana.
















Retomo este mi espacio, para compartir mis inquietudes respecto a la posible legalización de la marihuana en México.

Realmente desconozco a detalle los cambios en materia legal, respecto al uso de la marihuana. Entiendo que queda despenalizado el consumo, y que estamos en una especie de limbo que conduce a su legalización.

Sin embargo, existen cuestiones sociales de fondo, que no me puedo dejar de cuestionar. ¿Realmente un gobierno tan corrupto, tan estrechamente ligado al narcotráfico, podría atreverse a atentar en contra de los grupos que la producen y la comercializan en el interior del país?

Desconozco los mecanismos en los que se organizan el gobierno con el narco. Si realmente fuéramos una democracia capitalista, podría comprender que de fondo se encuentran grandes empresas, o consorcios tanto locales como extranjeros tratando de presionar (o mejor dicho sobornar) a los representantes para abrir caminos legales que permitieran (mucho ojo con la palabra que voy a utilizar en vez de "legalización) la comercialización, e industrialización) de la Marihuana.

Sin embargo, en los últimos dos procesos electorales federales, la presencia de los recursos provenientes del grupos delictivos, y más precisamente de aquellos encargados de la producción y distribución de drogas, fue abrumadora.

La competencia cada vez menos predecible con la cual se enfrenta, cada tres años, la oligarquía en el poder, ha influido enormemente a que candidatos y partidos, reafirmen y renueven sus tratos con las mafias, para poder financiar sus cada vez más agresivas y monstruosas campañas.

Ahora, nos encontramos ante un status quo en el que los gobiernos, porque cabe destacar los gobiernos locales también, y los cárteles, colaboran, por decirlo de alguna manera, "armoniosamente".

Un cambio jurídico, en lo que respecta a la legalización, de una de las drogas más consumidas, con hasta una tercera parte de la población que tentativamente la ha consumido en más de una ocasión, y un cincuenta por ciento de la población adulta, que admite haber experimentado su uso en por lo menos una ocasión, repercutirá de manera importante en esas relaciones existentes en la dupla gobierno-narco.

De entrada, el primer conveniente que ve al hecho de legalizarla, sería que estaríamos hablando de una consecutiva normatividad respecto a su venta. Evidentemente esto contempla la existencia de un impuesto, no sólo por la actividad comercial, sino también la casi segura aplicación de impuestos similares a los existentes los productos de tabaco y bebidas alcoholicas.

Las grandes empresas productoras de estos dos últimos productos, se vieron obligadas a cumplir con esta normatividad, la cual les ha venido implementando aumentos continuos, sustentados en razones de Salud Pública, y pese a la resistencia que pudieron haber presentado las grandes corporaciones, finalmente han tenido que someterse a las nuevas disposiciones legales. Pero ¿qué sucederá en el caso de las organizaciones delictivas? ¿En verdad contemplan la posibilidad de que se pueda regular la comercialización de la marihuana, y por consiguiente la aplicación de impuestos? Y por último ¿Estará dispuesto el narco en ver tan afectados sus intereses, ante una posible sistematiación de sus operaciones, y su incorporación al régimen fiscal?

Yo honestamente dudo que esta idea agrade mucho a los zares de la droga la idea de pagar impuestos.


Y es precisamente a este punto al que quería llegar.
La paga de impuestos por el consumo de la marihuana no es la única razón negativa por la cual opino que no debe ser legalizada. Porque no sólo paga el que produce y comercializa/distribuye. Evidentemente la mayor carga se la lleva el usuario... Yo no estoy de acuerdo en tener que pagar un impuesto sobre un regalo que la naturaleza nos da. Es igual de estúpido y absurdo como pagar impuestos por los alimentos, aunque también existe.

El segundo aspecto negativo que percibo, es que la progresiva e inevitable industralización de la producción, meguará terriblemente en la calidad de la yerba que consume el usuario, además de que esto originará un terrible impacto en la salud del consumidor,debido a la enorme cantidad de aditamentos químicos añadidos en su producción, con contaminantes tan tóxicos como los empleados en la producción del tabaco, cancerígenos en su mayoría.


Por eso, YO NO ESTOY A FAVOR DE LA LEGALIZACIÓN.
NO AL IMPUESTO, NO A LA INDUSTRIALIZACIÓN...


☠Drako-Konztantyno.'.††


miércoles, 4 de noviembre de 2015

El Cielo y El Infierno






















El mundo me aleja, me repudia. Me encuentro como un extranjero de toda la tierra, y por supuesto "de El Mundo".
Mientras mi Espíritu clama "calma, ten paciencia". Mientras mi Alma trata de callar mi Mente silenciando los mantras del Ego: Mi ser no se puede serenar.


La serenidad del infierno, contra la crueldad del cielo.
Uno como la Noche antes de la medianoche, y el otro como la Noche después de la medianoche.
Tormenta eléctrica y sublimes tonos de los cuencos tibetanos.
Depresión y euforia.
Santidad, carnalidad.
Ying, y Yang...






¡Qué breve tu presencia en mi hastío!
¡Qué tibias manos y qué fría tu vos!
Como luciérnaga llegó
su luz sin disipar las dudas de mi corazón...

viernes, 11 de septiembre de 2015

IGNATIVS

Alucinación que embriaga.
Fantasma que adolece.



















"Nada me han enseñado los años,
siempre caigo en los mismos errores,
otra vez a brindar con extraños
y a llorar por los mismos dolores".




Ignacio,
Querido Ignacio,
Suave y sublime Ignacio.
Piel de durazno; mirada de terciopelo...

Tu cuerpo desnudo en contraste con tus intenciones.
Tales como la sombra espesa de la noche y los valles blancos sonrosados de tu piel, que recuerdan las incipientes primaveras sobre los montes; los cerros que saludan al sol después de su languidez.

Contraste, entre la desnudez de tus pieles y lo mistérico, críptico, casi arcano, de tus intenciones. Tan desconsertantes los juegos-danza entre tus pensamientos y tus sentimientos, que, poco o nada tienen que ver con el roce desnudo de nuestros cuerpos, en mi ansiedad de poder descifrarte a través de las caricias  confusas y estresantes producto de mi ansiedad y mi incertidumbre de poseerte pero sin tenerte.

Ignacio, Ignacio, mi sueve y dulce Ignacio...
Desconozco tus tormentos, e ignoro los nombres de tus demonios, y sin embargo los detesto. Los detesto porque me duele el ardor de tu tormento, pero me duele a través de mi ego por no ser uno de ellos.





Príncipe azul, caballero gentil de caballo blanco. Emblema lírico, pero no alegórico, de sueños arquetípicos. Príncipe y nada más, y muchísimo menos que menos, nada. Virtudes, principios de moralidad tergiversa e incognoscible para mí, motivación, vocación, destino y estoicismo... llamada a ser, pero sin ser. Nostalgia viviente de mis sueños más amados; de los tesoros de mi mente...


Dulce veneno, Suave tormento. Droga tóxica y extática.
Tú, la probada del cielo. Orgasmo que me hizo vivir mi vida como en el infierno.
Tormento de no tenerte, de no amarte, de no besarte. Saber que existes en mi mundo, tan cerca y al mismo tiempo distantes por la inmensidad de eones que nos separa. Karma, maldito karma.
Quisiera liberarme de una vez de ti, rompiendo el maldito hilo rojo que nos ata...

Que el Señor me compadezca,
y tenga piedad y misericordia de mi alma.


Siempre tuya, con temor y desasosiego
Magdalena del Carmen.



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jueves, 20 de agosto de 2015

Ruth 1:16-17

"No me pidas nunca que te deje de amar, A donde tu vayas yo iré, Con una venda en los ojos, Sólo se qué eres mi religión, Cuando el amor es de verdad Es uno sólo..."
😍


 Ruth 1:16-17a (Versión Internacional Enrique "Fato" Guzmán)

martes, 18 de agosto de 2015

Sexo, poesía, lluvia y consomé

Entonces, después de un breve silencio y viéndome a los ojos me dijo "te quiero". Yo sin pensarlo dos veces pregunté "¿para qué?".
Y en ese momento supe que debía alejarme lo más pronto posible, antes de que depositara en mi sus esperanzas, sus afectos y sus carencias de afectos, sus vacíos, sus proyectos, y toda una serie de cosas que no estoy dispuesto a cargar.

Al instante, como si la habitación ardiera, me arrojé al arrollo de la calle. Acababa de llover hacía una media hora. Inhalé el fresco aire y me embelecé en su amor (lo siento, quise escribir aroma) en su amor a tierra mojada. Agitado un poco, no sé si por el susto o por la carrera en descenso por las escaleras, busqué ansiosamente el encendedor entre las bolsas del pantalón y la camiceta. ¿En qué momento me llevé el cigarro a la boca? ¿no lo sé, pero ya estaba ahí en espera de ser consumido... Cerré los ojos un instante, justo antes de encenderlo, y comencé la marcha...

Caminé por ese callejón medio perdido en la majestuosa y a la vez paupérrima ciudad de México. Y no me preocupé ni un minuto por ubicarme o saber dónde me encontraba. Tarde o temprano encontraría el metrobús, o la estación del metro. Avancé a paso lento, viendo como las plantas se embriagaban de la humedad dejada por la lluvia. Cómo, agradecidas por aquella follada de horas y horas, toda la noche y parte de la mañana, desprendían sus más exquisitos olores y abrían sus sensuales pétalos y verdes hojas, rendidas y a la vez excitadas por las caricias a momentos suaves, y a momentos violentas, de las gotas de lluvia, que resbalaban contra ellas, de la misma manera que mi sudor había resbalado por mi pecho y por sus muslos.

¡Vaya! ¡Cuánta ironía y cuanta poesía en el mismo hecho! La tierra sediente de lluvia, se dispone a ser embestida. Las primeras gotas, el juego previo la preparan. Y luego, simple y sencillamente se deja amar, para nutrirse, para vivir, y luego, pasada la tormenta se queda ahí. Tan serena, tan agradecida, bastante dispuesta a transformar el amor en vida. Sin reprocharle a la lluvia nada, sin pedirle nada a cambio. Sin depositar sus anhelos, sus vacíos, y quizá hasta tus vicios (sí, lo sé, aquí debió decir "sus vicios", pero la tierra no los tiene, y tú sí; y claro, sé que yo también).

Y tal y como las plantas ofrecen sus aromas, sus olores, y muchas veces también, sus sabores. Tal y como se abren y nos deleitan con sus feromonas de amor, tal y como las sueltan al viento, tal y como se desprenden de su esencia, con la única intención de hacer de este mundo un lugar mejor, comprendí que quizá esa es también mi misión. Que puedo, en cualquier momento, en cualquier suspiro, en cualquier noche, ser uno y transmutarme en esa danza de amor, con la lluvia, en la poesía y con mis cuentos, en la dicha, en la danza, en la oración.

Y caminé y caminé, orgulloso, feliz, extasiado. Comprendiendo la naturaleza, pero sobre todo, entendiéndome a mí mismo. Y después de unas cuatro cuadras, un olor extraño y que no estaba en sintonía, me despertó del viaje. El aroma de cebo, cebolla y cilantro, penetraron profundamente mis sentidos y mis pensamientos. "Está bien", pensé. Y me detuve a comer unos tacos de cabeza antes de emprender la travesía de regreso a Cuernavaca. Porque siendo francos, no tenía ni puta idea de dónde me encontraba... "Daba igual" -pensé- "ahorita le preguntaré al de los tacos".

lunes, 6 de julio de 2015

Que no te haga bobo Jacobo

Hace cosa de unos cinco años una princesita, "niña bien", quien por cierto me enteré que no tiene mucho que se casó (por amor, obviamente), me dijo que le parecía naco que tuviera esta canción de Molotov en mi Ipod.Esta rola sonaba en el mundo undergroud de hace veinte años.

Cuando por cierto, ya estábamos hasta la madre del PRI ¿se acuerdan? -Si ustedes no, yo sí-
La semana pasada escuché por ahí, que se murió la palanqueta momiaviviente judía Jacobo Zabludovsky, comunicado, hombre de finas letras y modales adamados, a quien Televisa y el PRI, tuvieron mucho que agradecer, pero nada más... No fue para lamentarse nada, a menos quizá que fuera de su familia (en ambos sentidos de la expresión).

 Si algo me queda claro en esta vida, es que todos tenemos un precio (tú y yo incluidos) y en esta canción que en ese momento "era vulgar y grosera" y que causaba que a más de una persinada se le cayeran las pantaletas, hoy no pasa de verse como una inocentada en perspectiva con los prosaicos géneros que la masa oye. Gracias a esta ahora tan inocente canción, podemos darnos un panorama (o más bien, una fotografía) del país en aquel entonces, cuando al grupo que la interpretaba, aún no le llegaban al suyo (me refiero al precio), cuando sus letras tenían contenido, y no vendían su integridad por un "da-da-da" para comerciales de la pepsi en los mundiales.

¿Que de qué trata? P'os de nada nuevo, corrupción, pri, masa ignoranta, y esperpentos que se encargaban de entretenerla...

Para los más jóvenes les cuento que la palanqueta judía que falleció la semana pasada, hacía la chamba que ahora hacen López Dóriga, Garralda, Loret de Mola Jr., y Adela Micha.Pero de favor, tómese unos minutos para escuchar esta canción, y otros tantos para reflexionar un poco con objetividad y perspectiva histórica. Y si de casualidad, cómo su servidor, se acerca peligrosamente a los 30', ayúdeme por favor cuenstionandóse qué diablos estamos haciendo tan mal para tener una repetición de patrones tan alarmantes de las generaciones anteriores a nosotros (esto último es muy en serio; no dude en escribirme).

A mi parecer (y esto sí es una opinión) describe bien a la chamba que por siglos (o al menos a mí me lo parecieron) tuvo don Jacobo, bajo las órdenes de la todapoderosa, y en ese momento omnipresente.
 también, Televisa.

 

viernes, 19 de junio de 2015

Victorio

(Confesiones a Justina, primera parte)



Y de pronto, me di cuenta de que quizá estaba enamorada de ambos. Porque ¡vamos! era evidente que me gustaban los dos; que los deseaba a los dos. Aunque de maneras distintas.

Victorio me gustaba físicamente, lo bastante como para embelesarme contemplando su carnal belleza. Amaba su sonrisa y sus ojos de gato. Imberbe, inocente, con cara de tierno niño aún con ocurrencias y humor de infante. aunque con deberes de hombre.

Amé, como difícilmente vuelva a amar otra vez, esas tibias tardes de beber café mientras esperaba el momento para hacerle charla sobre las cosas de la vida ¡Era hermoso!

El comenzaba la charla sobre cualquier banalidad que se tornaba seria. Un desencanto, una anécdota, un recuerdo, un sentimiento, mientras yo reflexionaba serenamente mis palabras de lo que ya se me volvió un discurso. Creo que sí, pese a su casi infancia, en verdad lo amaba...

Cuando dejaba de hablar, me disponía entonces a buscar su mirada. Esos atentos ojos deseosos de aprobación, de justificación. Que buscaban en mi rostro la expresión y amable y gentil que siempre tenía para él, y que le procuraban darle la razón en todo, aunque mi respuesta discurriera hacia algún punto de vista distinto.

Ah, mi Justina, ¡hermana mía! ¡Cómo mi corazón se sentía contento!, porque sabía que las horas junto a él, eran verdaderamente vida...

¡Qué cosa no daría yo de esta mi jodida vida!, con tal de poder abrevar una vez más de la tibia miel de sus cálidos ojos...




*









* Mi modelo del día de hoy fue Fidel Castro de muy joven...
Difícil creer que estaba tan guapo.

jueves, 18 de junio de 2015

Negros como el zapote y la noche





Ante todo, he de confesarte que era muy guapo, o al menos lo era para mí...

No te puedo negar que su imagen, su sonrisa seria debajo de sus lentes, y esa mirada observadora que parecía verme con un cierto aire de incredulidad, fueron lo que finalmente me conquistó.

No lo vi, ni le oí llegar.
Su imagen, que incluso en ciertos momentos me parece rara, Comenzó a inundar poco a poco el escenario de mi mente. Sus gestos, eran una especie de fantasmas pululantes que vagaban en mi mente a su placer. Y toda vía hoy, varios mese después, me llegan esos pensamientos intrusivos con una de sus retorcidas sonrisas, o de sus cómicas muecas disfrazadas de seriedad...

También, he de confesarte, a riesgo de ser imprudente, que sus ojos, esos profundos ojos negros, en el momento de la intimidad, irradiaban un fuego especial, nada que ver ver con su inseguridad juguetona habitual, que irradiaba una lujuria que me hacía sentir especial...

Ah...
Sus ojos,
Esos tan sinceros ojos negro. Negros como el zapote y la noche, negros como los hábitos del clero, negros como mis pensamientos, y también ¿por qué no? negros como su propia suerte...

A veces traviesos, a veces tan tiernos, a veces mundanos, y otras indiscretos...

/https://www.facebook.com/sunel.cebrero/videos/10152691084927654/


sábado, 6 de junio de 2015

Epistolas de resistencia a la resignación

[Primera parte]


Hola René,
¿Cómo has estado?

Yo para variar, estoy como siempre mala. Sola y mala.
Ayer me sentí bastante descompuesta, a grado, que tuvo
que visitarme el médico. Comencé mi día como de cos-
tumbre, arreglé unos asuntos y me vine prontamente al
estudio (sí así esta carta te la estoy escribiendo desde el
estudio, porque sigo mareada y un poco aturdida por lo
de ayer). Abrí todas las ventanas, mientras la doncella
presurosa se agitaba de aquí por allá pasando el trapo.
De momento sonó el teléfono, y ya no supe ni qué pasó.
Recuerdo haber contestado, pero ya no supe entender
qué asunto era. Supongo que me puse pálida, porque
la doncella corrió de inmediato con un vaso de agua y
me sentó en una silla.

Yo estaba bastante confundida y no podía centrar mi
atención en ningún asunto. Recuerdo que apenas atiné
a servirme un chocolate bien amargo y bien caliente
con la esperanza de que se me fuera el malestar. Pero
no. Al ir pasando los minutos que me parecían horas
comencé a sentir cómo la mitad de la cara (y después
la mitad del cuerpo) se me entumían y acalambraban.

Estuve a punto del desvanecimiento en cuatro ocasiones
una justo antes del primer sorbo del chocolate, y el últi-
mo en el que finalmente decidí marcarle al doctor Huffman
quien no tan solícito vino a verme.

Cada que sentía perder el conocimiento, me sentaba,
agachaba un poco el cuerpo, y medio me volvían los ánimos.

Cuando finalmente llegó el doctor Huffman me recostó,
me revisó los signos, y me puso a inhalar las sales durante
un largo rato. Creo que me quedé dormida. Después, supon-
go que cuando me sintió más estable, me inyectó lo que me
imagino debió ser un compuesto a base de adrenalina o algo
parecido, porque suponte tú que sentía como si me regresara
el alma al cuerpo.

Después de eso, llegó un pariente mío de la familia de mi
papá al estudio. El fue el que me acompañó a casa y le
dijo a una muchacha que a tal hora me llevara de comer.
Me pasé toda la tarde en la cama, sintiéndome descompuesta
y mala. Ya no por la enfermedad, sino por verme tan lejos
y tan privada de ti.


Te quiere,
Magdalena del Carmen.







jueves, 4 de junio de 2015

Segunda Epístola a la Rana René

.

Oh, mi Renè. Si supieras cuánta pena embarga mi corazón.
Han pasado sólo unos cuantos días, y la verdad es que no
logro apaciguar mi frustración.

Dime pues René ¿Qué es lo que tú a caso ganas con mentir?
No pudiste siquiera decirme que no me quieres ver. Creo
que quizá sería más fácil para mi, que verte del brazo de
esa mujer.

No tienes idea de con qué gusto te esperaba el sábado. Pues
estaba segura de que vendrías a verme. Y créeme que no
guardaba algún interés oculto. Sólo me hubiera gustado
escucharte, reír de tus ocurrencias, jugar con los mechones
de tu negro pelo, y acercarme a tu cuerpo para oler de tu
cuello ese delicioso perfume que me embriaga...

Sé que no me quieres. Ya eso está muy claro. Sé que fue
mi culpa, y eso también lo tengo muy en claro. Pero dime
¿Crees que a caso sea necesario hacerme sufrir por lo que
te hice? --¿Sabes? en todo momento fui honesta contigo--
Y en su momento te dije que traía tras de mí los pendientes
de dos amores perdidos; mis ayeres de soledad, y recuerdo
de mi ex marido.

Pero sábete que no te culpo. Yo tenía ciertas cosas por hacer,
lugares por recorrer y experiencias por vivir. Lástima que el
destino nos jugó esta jugarreta... ¿Por qué? --No lo sé-- . Y
ahora se atormentan mis adentros que quieren saber ¿para qué?
Sábete también que ayer me puse enferma, muy enferma.
Enferma del dolor que se origina en mi vientre y
que ahora me calcina mis huesos. Ese dolor que me hace
ser consciente de que pese a todo, eso sí ¡claro esta!; que
lo mejor de todo, será no verte más.

Estoy segura de que quizá eres hasta incapaz de ponerte en mi
lugar. Ahí estaba yo, hecha un mar de nervios en la estación del
tren, vomitando casi mis amarguras y mis desesperadas ganas
de salir corriendo de ahí, mientras Manuel sin entender lo que
pasaba, no daba crédito y sólo me abrazaba...

Pobre de mi primo Manuel -ha de pensar que estoy bien loca-
Pero cómo no ¿hay a caso quien no se perturbe al ver a su
amante del brazo de otra? ¿hay a caso quien pudiera tolerarte
tal mentira? A ti, "la víctima de mis desaires y mis groserías"
que ahora que te muestra un poco de afecto, te afrentas de mí
con estas cosas...

Dime pues, ya René --aunque segura estoy de la respuesta de
cualquier forma te preguntaré--, ¿qué ganabas René? ¿a qué
jugabas?

Recuerda que pese a todo, sigo y seré siendo honesta contigo
sin que por ello me duela menos tu desprecio, y no por el
rechazo. Hubiese entendido tu orgullo herido, pero no tus ganas
de mentir.


Es pasada la media noche, y no consigo dejar de pensar en ti.
Mientas este maldito dolor que no descansa, me mantiene muy
despierta pensando en ti, sin ver clara la hora del sosiego, de
la paz, y quizá ese poco de nostalgia que me permita dormir.
Creo que quedaré esta noche cansada, triste, desvelada, esperando
ansiosa de que esta purga de lagrimas el día de mañana me permita
ser feliz, no sin ti, sino a pesar de ti...


En su momento, tuya, Magdalena del Carmen.
¡Viva la Vida!





Epístolas a José Ignacio

.


A razón de mis dolores, no te sé decir si estoy mejor o peor.
Esto porque no me han dado los resultados do los análisi de sangre.
Pero lo dolores siguen, y me taladran el cuerpo, en especial la cadera
que me tiene bastante quejosa. No se yo para qué sirvió la cirugía
pasada, si aún me molesta la lesión del ciático. Sólo duré algunos
meses tranquila de mi malestar; pero ahora ¡mírame! no me duele...
¡Pero tampoco me deja respirar!

Todo el optimismo del año pasado se acabó. Creo que volveré a
utilizar las fajas y el corsé de yeso. Eso mantiene separadas las
vértebras y derecha mi espalda, pero ¡ah!, ¡cómo me pueden!
Pero no me dejan respirar...

Y tú, mi joven, bello y preciado José Ignacio
¿Cómo te encuentras?

Te quiere,
Magdalena del Carmen.

Por nada




Se rompió el cristal
cuando salió por la puerta.
Se agitó la sombra
y dio mil volteretas,
Se cayó tu alma
desilusionada.

Se vendió por nada,
porque no era nadie...
Se vendió por nada,
sólo por rencor...

Olvidarte pronto



Una vez más
Me encuentro caminando sólo por la calle
A la expectativa de ver lo que pasará...

Ya no te encuentro,
pues me miro lejos
Lejos de lo impertinente de tu sombra
Lejos de lo mordaz de tu (cinismo)    
Lejos aunque quizás tu sueño
sigue aquí conmigo...


¿Y de que me sirve poder volar?
Poder correr, gritar y soñar....
De que me sirve el encontrarme solo
si pese a todo aún sigues en mi andar...

Podría matarte, no me queda duda,
podría obligarte,
podría engañarte
y manipularte...

Pero olvidarte...
¿cómo?

¿Cómo podré olvidarte pronto?

miércoles, 27 de mayo de 2015

Epístolas para la Rana René

Primer acto antes del definitivo adiós.



La verdad es que apareciste en un momento muy inoportuno.
Después de años de andar de soltero y guardarle luto al único sujeto con el cual he vivido. Me di permiso de vivir un año en el desmadre, en la fiesta, en el alcohol, en el ruido, en el ambiente, entre gente liosa, entre gente alegre, entre gente loca.
Me permití vivir lo que no quería haber vivido antes.
Y la verdad es que me gustó, me encantó, y más porque sabía que era sólo un momento.
Que de alguna forma inexplicable, se volvió mi pasatiempo, quizás vulgar ¿y?
Total, yo me estaba divirtiendo.

Después de un tiempo de amargarme la existencia, pensando en el que fue, y pasó.
Caí en cuenta de que esa experiencia me estaba impidiendo conocer más gente. Y no es que quisiera estar con alguien más, sino que simplemente me había quedado tan amargado, porque al irse él, se fueron también gran parte de mis amistades, quienes tras ser casi amigos del alma, se convirtieron en relaciones cordiales. De esos amigos a los que si los vez, sólo finges una sonrisa y ni siquiera haces el intento de cruzarte la calle para saludar. Y no porque de la nada ahora te caigan mal, sino por evitar comentarios que puedan incomodar.

Y en este transcurso, decidí que debía de desencerrarme. De cambiar de aires, y de por supuesto cambiar de gentes. Lamentablemente después de lo que para mí fue casi un matrimonio, que al romperse desfragmentó parte de mis sueños, parte de mi vida, de mis aspiraciones y de mi cotidianidad. Comprenderás entonces que necesitaba continuar de nuevo. Ya que en su preciso momento no hubo nadie, ni donde, me pudiera yo lamentar y consolarme a mí mismo...

Tal vez sus amigos, los que antes eran también mis amigos o quienes de plano nunca lo fueron, al menos tuvieron la amabilidad de ser contención para mí en lo que pudo haber sido el periodo de vulnerabilidad. En otras palabras, contuvieron mi duelo y ya... me dejaron marchar.

Dejé pasar el tiempo, las horas, los días, las semanas, dos años... Lo que me sirvió para irme deslindando poco a poco, lenta, pero sabiamente. Porque déjame decirte que no es ni el amor ni el odio lo que duelen, pero sí el apego.
O por lo menos fue mi caso.

Por un lado, el odio y el revanchismo no son más que formas interesantes y placenteras de decir para tus propio adentros "mira este pobre wey, como quedó de jodido". Sobre el amor no te sé decir nada,  si siquiera duela o no, porque cuando las circunstancias de la vida te llevan a este punto es porque el amor hace tiempo que hizo su maleta y salió de la puerta...
Y entonces llega la pregunta: ¿qué es lo que te queda?
Una espesa telaraña de costumbres, de ruina, de rutina, de hábitos, de frases hechas, de complicidades que se transforman en obviedades, de espacios invasivos, de silencios incomodos, de evitar miradas y de unas ocultas pero desesperantes ganas de volver a tu libertad.



Eso...
Y un miedo que se va transformado en un demonio que va poseyendo tu cuerpo.
Cuando poco a poco te vas dando cuenta de que ya no puedes seguir siendo tú, porque el otro ha devorado una parte de tu ser... Y es entonces cuando quieres salir, y quieres gritar, arrancándote tirones de pelo y rasguñándote tu propia piel, y quiere llorar y quieres vomitar, por contener las ansias de reprimir tu libertad, permitiendo que aquello que algunos llaman la realidad, te termine por apagar...

¿Y qué te queda? Un comenzar de nuevo como un invierno al cual le sigue la primavera...
Pero en este caso, mi propio caso, se trató de una primavera que se resistía a florear...
Una primavera, calurosa, ominosa, húmeda, que se negaba a llenarme el alma de un rayo de luz y de paz; de regalarme un cálido beso de esperanza, para volver comenzar...
Y fue entonces, cuando cansado de una amarga soledad, autoenclaustrada, censurada, atareada, obligada, cansada, adulterada, quise dar un cambio radical...
Quise divertirme, quise beber alcohol, quise sedar un poco mi alma que aún procesaba el dolor.
Quise respirar un poco, pero de ese humo gris que intoxica el ser.
Quise bailar, quise cantar, quise dar a mi cuerpo libertad. Libertad que a mi alma era incapaz de otorgar...
Y la verdad es que a mi manera fui feliz y me divertí. Me atudé a exorcizar ese amargo penar del que no me lograba liberar. Eso que era como tener un miembro plagado de hongos los cuales no logras eliminar, pero aquellos mismos, que si los ignoras, los dejas de ver; de pronto ya no están...
Solos y de cuenta propia cuenta se extinguen, con se extinguieron mis lagrimas, como se extingue la flor a la que no le da el sol.
Dicho esto quisiera decirte que fue para mí una lástima que en ese entonces me vinieras a encontrar.
 




Pero no lo fue, no fue así, y créeme que nunca lo será...
Pecaría de hipócrita (para conmigo mismo) sino aceptara la realidad...
Como es de suponerse conocí chicos y algunas chicas...
Fue cuando de pronto caí en cuenta de que quizá podía reintentar, y por qué no buscar.
Y de pronto, se manifestó Satán vistiendo de príncipe azul.
La tentación, la casi perfección llegó hasta a mí en un ídolo hermoso, pero que transportaba en su infecto cuerpo la semilla del mal, de la calamidad, y la sentencia de muerte...
Y poco tiempo después ahí estabas tú... Para saciar mis apetitos carnales, para poder desatar las semanas de pasiones locas acumuladas y que me dediqué a sublimar.
Y si te sirve saberlo fue genial, y quizá la novedad. O sólo tal vez tener nuevamente la complicidad carnal. E insisto, lo probé y lo disfruté, pero como fruta prohibida que se servía sobre los despojos de una vasija destruída.
Ya no podía sucumbir a mis complacientes ganas de pecar...


Porque has de saber, y sino la vida te lo enseñará, que puedes procurarte placeres en cosas que te los puedan dar, pero si esa cosa se transforma en alguien. Debes de tener por seguro de que uno de los dos perderá, caerá y se humillará.
En esto no hay trampa ¡es una ley universal!
Porque cuando las energías fluyen ¿a caso hay quien pueda probar que se estancan en un lugar?
¡Jamaz!

Y bien hice en ser franco contigo.
En ese momento yo no te pude aceptar.
No había terminado mi tiempo, y quería continuar avanzando y experimentando una nueva forma de experimentar la realidad...

Y ya que ha pasado ese año, que regreso todo agotado, y ligeramente perturbado. Me ha llegado mi momento de buscar definitivamente mi paz, de sentarme debajo de un árbol a meditar y descansar.
A tener nuevamente en mi vida, una manzana prohibida la cual si he de quererlo, la pueda consumir hasta el final.


Y fue por eso que regresé a tocar tu puerta, y si sólo algo tuviera que argumentar sería es que fue una lástima y un desperdicio que llegaras en aquel entonces a mi vida, y que hoy ya no me quieras aceptar.
Que no llegaste cuando yo quería, ni te quisiera cuando tu quisiste, y que es ahora cuando yo ya quiero, que lo querido va a servir para puro olvido...
No es tu culpa ni la mía, tal vez estamos pagando una penitencia tardía...

En su momento, tuya.
Magdalena del Carmen, Frieda.




miércoles, 6 de mayo de 2015

La inflación y vulgarización del sistema educativo mexicano

La industrialización masiva de la producción de pobres por medio de un sistema educativo arcaico, mediocre y vulgar...



De poco o nada ha valido que pese a que se haya incrementado la matrícula de la educación media superior, y que junto con esto se oficializase su obligatoriedad, configurando de esta manera un esquema de quince años garantizados constitucionalmente (2002 preescolar, 2008 bachillerato); para que la calidad de ésta vaya en detrimento, y a pesar que se trata de una formación con casi el doble de años que hace cuatro décadas, los índices de alfabetización de los egresados se encuentran muy por debajo de los estándares de la educación de quienes concluían el esquema básico en 1974, año en que la obligatoriedad alcanzaba el segundo de secundaria, y el nivel de alfabetización de la población en general era de quinto grado de primaria.

Hoy, poco más de cuarenta años, el nivel de alfabetización alcanzo por fin el segundo año de secundaria al menos cuantitativamente hablando, pero siendo honestos (y para ser honestos, muchas veces haya que dejar de lado los estudios serios) ese segundo grado de secundaria de hoy está, cualitativamente hablando, muy por debajo del nivel del quito grado de los años 70's.


Por otro lado, dentro de las reformas estructurales al interior de todas las dependencias públicas, ya sea a nivel estatal o federal, se pregona un slogan de "profesionalización" de los servidores públicos. En términos tajantes ¿a qué se refiere todo esto? Pues muy sencillo. Vera usted, si en la década de los setentas, para trabajar en cualquier mediocre empleo burocrático, sólo bastaba con que tuviera algún papel que avalase sus estudios de secundaria, y ojo, me refiero literalmente a cualquier papel, no a un certificado. Ahora, para ese mismo mediocre puesto burocrático, se le requiere que tenga usted maestría, o que la esté estudiando y se comprometa a entregar la cédula profesional de su posgrado en un lapso determinado de tiempo no mayor a dos años...

Pero obvio, eso no se queda ahí. Porque detrás de este irónico panorama de Inflación educativa, se esconde un escenario más turbio y cenagoso que es el referente al de los salarios ya que si usted podía ser un jefe de familia en el cuasiarquetípico modelos familiar setentero de papá, mamá, hijo, hija, coladito, perro y gato, y ser sostén único de los gastos de la casa. Hoy por hoy, tendrá que hacer peripecias en un escenario muy diferente: un conyugue que también trabaje y probablemente tenga la misma escolaridad que usted, la renta de un paupérrimo departamento o una pequeña casa de interés social, e ¿hijos?, ¡no parfavars! si con trabajos y alcanza para las croquetas del perro...


¡Con razón los profesores me decían
que yo era un chico en crisis!

Del año en el que nací al día de hoy,
el poder adquisitivo ha caído
en un 80%


Yo lo comento de manera un tanto jocosa, pero los que son más versados en los números calculan que el poder adquisitivo del salario mínimo, en las últimas dos décadas (es decir, de la crisis de 1994 para acá), cayó poco más de un 60%. Lo que quiere decir que no solamente cada vez tenemos menos, sino que también cada vez es peor la calidad de todo lo que consumimos, y por todo me refiero a TODO, comida, ropa, inmuebles, automóviles, servicios, programación del televisión, música, (el entretenimiento general) y curiosamente redunda también en un nivel educativo prosaico, vulgar, y que poco o nada forma para la vida...

 --Ya sé que podrán decirme de las muchísimas excepciones a mi generalización, pero casi siempre estaremos hablando de casos admirables de alumnos y docentes sobresalientes en comunidades aisladas, casi siempre en localidades indígenas--.


Regresando nuevamente al esquema de educación garantizada por el Estado, y que lo conforman tres años de preescolar, más seis de primaria, más tres de secundaria, más otros tres de bachillerato, "igualando" el esquema que muchas naciones europeas y otras del "primer mundo", (sólo que aquellas no cuantifican el prescolar) ofrecen a sus ciudadanos. Tenemos entonces una escolaridad para que al momento de egresar te esté esperando un "flamante empleo" en un Oxxo, en Coppel, Elektra, en el Banco Azteca, de chofer repartidor, cajero, botarguero, auxiliar general, chofer conductor, "cambacista", entre una larga lista de fabulosos empleos muy bien remunerados en empresas de buen nombre y harto compromiso social. Porque hasta para ser secretaria, tienes que ser licenciada...

 Contando con un "brillante" perfil de habilidades y competencias que poco o nada se relacionan con  áreas como Impuestos, Negocios, Administración de finanzas personales/familiares, Nociones básicas de mecánica automotriz, Derechos Humanos, Derechos laborales, Apelación, Gestión comunitaria/municipal, Cultura vial, Cultura ambiental, Cuidado de la Salud y Nutrición, y la que a mi parecer debería tener tanta relevancia en la matrícula como la lengua y las matemáticas; la Educación en Salud Sexual-Reproductiva, que en mucho colaboraría en desacelerar este circulo vicioso de pobreza, pobreza, y más pobreza...

Porque como dijera sabiamente mi buen amigo Artemio a las alumnas de bachillerato, pese a ser tachado de misógino: Y usted señorita ¿ya tiene proyecto/plan de vida o terminará siendo una fábrica de pobres más?


Drako Konztantyno


En México se estudia para ser pobres
http://www.vanguardia.com.mx/enmexicoseestudiaparaserpobres-2310965.HTML

Cae poder adquisitivo 77.79% en México
http://www.eluniversal.com.mx/finanzas-cartera/2014/impreso/cae-poder-adquisitivo-7779-en-mexico-109845.html

Obligatoriedad del Preescolar
http://www.jornada.unam.mx/2009/12/05/preescolar.HTML

Obligatoriedad del Bachillerato
http://blogs.cnnmexico.com/ultimas-noticias/2012/02/08/calderon-firma-el-decreto-que-establece-la-obligatoriedad-de-la-educacion-media-superior/


El sorprendente sistema educativo finlandés
http://www.lavanguardia.com/vida/20150504/54430384806/sistema-educativo-finlandia-mejores-mundo.HTML

14 claves del éxito del modelo educativo de Finlandia
http://www.lavanguardia.com/vida/20150504/54431005380/claves-exito-modelo-educativo-finlandia.HTML

Entrevista a Jari Lavonen, Decano de Pedagogía en la Universidad de Helsinki
http://www.lavanguardia.com/vida/20150220/54426341224/jari-lavonen-nino-cuatro-anos-necesita-jugar-escuela.html