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Reunidos en el Centro de Cuernavaca, en la librería "La Casona de la Rana" (Casona Spencer) mientras nos tomábamos un café y discutíamos asuntos varios, llegamos a la conclusión de que sería necesario organizarnos para dar forma a una sociedad de estudio que llevara por nombre
SOCIEDAD DE LA ROSA NEGRA,
la cual tendría como finalidad la promoción del pensamiento Alternativo y No-Conformista, mediante la expresión literaria, de ahí que todos los miembros fundadores se obligan a poseer y mantener un blog en, el cual deberá estar vículado a los del resto del equipo.
_ En virtud de nuestro compromiso con el Librepensamiento, los miembros fundadores nos comprometemos en la difusión de aquello que, a nuestro entender, promueva la libertad de pensamiento y de consciencia, con la intención de en un futuro busquemos tener cierto impacto social compartiendo públicamente la diversidad ideológica de los miembros.
Teniendo como fundadores a:
★Gaia-Astarté ✝☩
†† Vlad-Demian ††
☠Drako-Konztantyno††.'.
viernes, 22 de julio de 2011
sábado, 9 de julio de 2011
Revolución Moral para una Nueva Nación.
(Sumándonos a la comunidad de proyectos y movimientos de resistencia ante un Estado Fallido)
El pasado día miércoles, recibí en mi domicilio a un joven perteneciente al movimiento social nacional MORENA (Movimiento de Regeneración Nacional). Su visita me tomó de sorpresa porque hace mas de tres años que dejé de participar en cualquier tipo de actividad política y social; esto tras convencerme de que sólo un verdadero cambio sería gestado desde a interioridad de la voluntad humana.
_ Sin embargo, he de reconocer que tras el “fraude electoral” del cual resultó electo Felipe Calderón Hinojosa (FECAL); concretamente después de aproximadamente un año de estar éste en al frene de la República, y de observar cómo organizaba la política social y económica del país, me hicieron decidir sumarme al Proyecto Alternativo de Nación, el cual encabezaba Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien tras la derrota se había autodeclarado “presidente legítimo de México”.
_ Déjenme decirles que al igual que muchos. Quizá la gran mayoría de quienes tuvieron pánico de ver a AMLO en la silla presidencial, decidí no sentirme ni un poco culpable en caso de que resultase ganador, y yo (eso sí, a diferencia de la mayoría de quienes se encontraban en la misma postura y que decidieron votar por el PRI o por el PAN) decidí darle mi voto a uno de esos insignificantes partidos utópicos que desaparecen tras las elecciones posteriores a su registro, y que muchos que muchos han denominado “del voto inútil”.
_ Hoy, más de cinco años después, no ha cambiado mi postura con respecto a la posibilidad de que AMLO ocupe la presidencia. Sin embargo algo que dio un giro de ciento ochenta grados a mi visión, fue el hecho de que paulatinamente, el movimiento populachero de AMLO fue poco a poco aglutinando a toda una serie de movimientos de resistencia, a organizaciones alternativas y a casi la totalidad de los grupos izquierdistas (tanto moderados como radicales) los cuales pugnan por una transformación social en México, y que, al estar estos fuera del escenario político, su realidad los ha restringido a ser movimientos morales que invitan a un cambio de consciencia, tanto política, como social y económica.
_ No les mentiré y diciéndoles que creo en una política institucional. Es más, a la altura de estas circunstancias, en la brutal evidencia de la realidad que se vive en México; es decir en la realidad tangible, en el puto estado fallido en el que vivimos, no creo ni siquiera en la nación mexicana como tal; es decir, en el Estado, sus instituciones oficiales, y su forma de gobierno.
_ Siempre me he considerado un socialdemócrata. Dependiendo del momento del momento y del lugar en el cual me encuentre, me he sentido inclinado tanto por la vía alternativa, así como también por la radical. Sin embargo, en vista de mi noción tan pesimista ante el fallido Estado mexicano, sus instituciones y su moral absurda, creo que no podemos transgredir la voluntad humana. La cual al parecer o vive en la inconsciencia de su estado, el cual resulta poco más que un estado animalesco, pero más deplorable aún. O; que se halla muy conforme con la situación en la cual se vive, ya sea esta buena (cosa que dudo), mala, pésima, paupérrima, lastimera o peor. De ahí de que llegase al punto en el que creo que sólo podemos promover alternativas de forma de vida, preferentemente pacíficas y no violentas, las cuales puedan hacernos responsables, primero como individuos, luego como grupos y/o comunidades, de nuestro provenir individual y colectivo.
_ También mi pesimismo “oficial e institucional” me ha llevado a cuestionarme la pseudodemocracia que vivimos en México. Yo no sé como un gobierno de oligarquías, clasista, jerárquico, elitista, pueda llegar a ser institucional y además “constitucional”. Yo no sé en donde quedan las causas de los próceres de aquel milagro llamado México, los cuales dieron vidas, movimientos, pensamientos y revoluciones por terminar con una autocracia despótica que vivía y se sustentaba en las sombras del oscurantismo emanado de una de las instituciones más asquerosas y nocivas a las cuales ha sobrevivido la humanidad. Por desgracia, hoy ni siquiera sabemos concretamente a quien acusar, a quien señalar, a quien responsabilizar de tanta mierda humana de desinterés, de falta de fraternidad, de ausencia de libertad (tanto física como de consciencia) y de carencia del espíritu humano de unión.
_ Creo muy tristemente que nos hemos deshumanizado. Que hemos perdido la gloriosa noción de que somos seres espirituales, seres vivos, seres consientes y sintientes. Hemos perdido nuestra naturaleza divina al no considerarnos más que despojos carnales, un fenómeno biológico, un evento casual y aleatorio de materia corrupta y finita. De ahí que me atreva a pensar que la culpa la tenemos todos y cada uno de los que formaos parte de aquella colectividad, de aquel gran fenómeno conglomerado de personas, territorios, naciones e identidades que forman aquella entidad gloriosa a la que algún día llamamos México.
_ Sé que corro el riego de hacer sentir (o motivar) falsos nacionalismos y quizá de rayar en el chauvinismo. Pero sé que no es así. Las banderas siempre han sido sinónimo de instituciones y las instituciones siempre han sido sinónimo de corrupción, de simulación. Creo yo que va llegando el momento de que nos inventemos otras cosas, porque si no, dudo realmente que podamos frenar mínimamente esta vorágine de caos y destrucción que se avecina latente y amenazante.
_ Sin embargo, en medio de todo esto me atrevo a señalar que la culpa la tenemos todos, por permitir irnos deshumanizando paulatina y progresivamente cuando todos cantábamos al unísono los albores del una supuesta era de desarrollo la cual tuvo como máxima el material, el capital y lo económico.
_ Esta deshumanización la vivimos día a día, segundo a segundo. Yo en lo personal no puedo sentirme cómodo, ni mucho menos feliz, viviendo en un lugar en el cual puedo gozar de ciertas comodidades, pero en el cual también hay personas que viven en condiciones infrahumanas. Pero sin duda lo que me resulta abrumador y desconcertante, es que exista toda una jauría asquerosa de bestias rapaces que dedican su existencia al acaparamiento de bienes y riquezas las cuales debiesen ser disfrutadas por aquellos muchos, muchísimos, que las están necesitando, y que son merecedores de éstas por derecho natural, social y Divino.
_ En alguna ocasión, cuando era joven, leí un libro que me resultó impactante tan sólo por una frase que leí en él: “Todos somos cómplices de la injusticia, si no hacemos nada por combatirla”. Y creo muy verdaderamente que las palabras de la personalidad que lo escribió, resultan completamente ciertas. Si nosotros, conformados y acurrucados en nuestra aparente comodidad, no hacemos nada en pro de la justicia, será muy probable que también, en algún momento, seamos víctimas de las injusticias. Además, en el momento en el que presenciamos cualquier tipo de atropellos, si no hacemos un esfuerzo, por mínimo que sea éste (o expresamos alguna voluntad contraria al acto perjuicioso), nos estamos transformado en cómplices de éste, en testigos mudos y observadores pasivos que aceptan esta realidad como tal.
_ Es posible que se diga que dentro de esta amoralidad, soy contundentemente moralista. Es verdad, lo soy, y también utópico, lo sé (lo cuál me da un ápice de realista) sin embargo creo y quiero creer que un cambio de consciencia puede llegar a ser posible (muchas veces decimos “por lo menos un cambio de consciencia” sin embargo los grandes hombres como nos han demostrado que ese cambio siempre resulta el más difícil, el más complicado de lograr).
_ Después de la visita de este joven idealista en quien vi reflejado mi yo de hace algunos años, y que iba personalmente hasta mi casa a convidarme a que me súmase nuevamente a esta fuerza de resistencia, caí en cuenta que no se puede predicar sin actuar, que no se puede anunciar sin denunciar, que no se debe solamente señalar y destruir, sino también proponer y construir (aunque sea utopías) y es por ello que decido sumarme a ese aglomerado de movimientos de resistencia que giran en torno al Proyecto Alternativo de Nación, que comenzó con una rabieta de un pelele megalómano que ya se sentía sentado en la silla presidencial, pero el cual ahora es un movimiento inclusivo que envuelve a una infinidad de cusas tan variadas, tan diversas, pero reunidos con el único objetivo de tratar de mejorar, por lo menos un poco, o por lo menos intentarlo, las condiciones de vida de los pueblos y comunidades mesoamericanos. A través de movimientos de alternativa y propuestas: sociales, ecológicas, ideológicas, agrarias y campesinas, ambientales, energéticas e hidráulicas.
_ Por eso hoy, en mi calidad de autodesignado líder espiritual y promotor del pensamiento alternativo y no-conformista (y estado plenamente consciente de la necesidad de una transformación integral de nuestro pensar, sentir, y nuestro vivir), he decidido sumar esfuerzos (convidando también al grupo de estudiantes, y a quienes me secundan) a sumarnos al esfuerzo por una Alternativa posible para los pueblos, comunidades, regiones y territorios de las benditas tierras de Mesoamérica.
Es Cuanto.´.
Drako-Konztantyno / Daniel B. Fragoso / Lucios X-sóstomo, Heresiarca Mesoamericano.
El pasado día miércoles, recibí en mi domicilio a un joven perteneciente al movimiento social nacional MORENA (Movimiento de Regeneración Nacional). Su visita me tomó de sorpresa porque hace mas de tres años que dejé de participar en cualquier tipo de actividad política y social; esto tras convencerme de que sólo un verdadero cambio sería gestado desde a interioridad de la voluntad humana.
_ Sin embargo, he de reconocer que tras el “fraude electoral” del cual resultó electo Felipe Calderón Hinojosa (FECAL); concretamente después de aproximadamente un año de estar éste en al frene de la República, y de observar cómo organizaba la política social y económica del país, me hicieron decidir sumarme al Proyecto Alternativo de Nación, el cual encabezaba Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien tras la derrota se había autodeclarado “presidente legítimo de México”.
_ Déjenme decirles que al igual que muchos. Quizá la gran mayoría de quienes tuvieron pánico de ver a AMLO en la silla presidencial, decidí no sentirme ni un poco culpable en caso de que resultase ganador, y yo (eso sí, a diferencia de la mayoría de quienes se encontraban en la misma postura y que decidieron votar por el PRI o por el PAN) decidí darle mi voto a uno de esos insignificantes partidos utópicos que desaparecen tras las elecciones posteriores a su registro, y que muchos que muchos han denominado “del voto inútil”.
_ Hoy, más de cinco años después, no ha cambiado mi postura con respecto a la posibilidad de que AMLO ocupe la presidencia. Sin embargo algo que dio un giro de ciento ochenta grados a mi visión, fue el hecho de que paulatinamente, el movimiento populachero de AMLO fue poco a poco aglutinando a toda una serie de movimientos de resistencia, a organizaciones alternativas y a casi la totalidad de los grupos izquierdistas (tanto moderados como radicales) los cuales pugnan por una transformación social en México, y que, al estar estos fuera del escenario político, su realidad los ha restringido a ser movimientos morales que invitan a un cambio de consciencia, tanto política, como social y económica.
_ No les mentiré y diciéndoles que creo en una política institucional. Es más, a la altura de estas circunstancias, en la brutal evidencia de la realidad que se vive en México; es decir en la realidad tangible, en el puto estado fallido en el que vivimos, no creo ni siquiera en la nación mexicana como tal; es decir, en el Estado, sus instituciones oficiales, y su forma de gobierno.
_ Siempre me he considerado un socialdemócrata. Dependiendo del momento del momento y del lugar en el cual me encuentre, me he sentido inclinado tanto por la vía alternativa, así como también por la radical. Sin embargo, en vista de mi noción tan pesimista ante el fallido Estado mexicano, sus instituciones y su moral absurda, creo que no podemos transgredir la voluntad humana. La cual al parecer o vive en la inconsciencia de su estado, el cual resulta poco más que un estado animalesco, pero más deplorable aún. O; que se halla muy conforme con la situación en la cual se vive, ya sea esta buena (cosa que dudo), mala, pésima, paupérrima, lastimera o peor. De ahí de que llegase al punto en el que creo que sólo podemos promover alternativas de forma de vida, preferentemente pacíficas y no violentas, las cuales puedan hacernos responsables, primero como individuos, luego como grupos y/o comunidades, de nuestro provenir individual y colectivo.
_ También mi pesimismo “oficial e institucional” me ha llevado a cuestionarme la pseudodemocracia que vivimos en México. Yo no sé como un gobierno de oligarquías, clasista, jerárquico, elitista, pueda llegar a ser institucional y además “constitucional”. Yo no sé en donde quedan las causas de los próceres de aquel milagro llamado México, los cuales dieron vidas, movimientos, pensamientos y revoluciones por terminar con una autocracia despótica que vivía y se sustentaba en las sombras del oscurantismo emanado de una de las instituciones más asquerosas y nocivas a las cuales ha sobrevivido la humanidad. Por desgracia, hoy ni siquiera sabemos concretamente a quien acusar, a quien señalar, a quien responsabilizar de tanta mierda humana de desinterés, de falta de fraternidad, de ausencia de libertad (tanto física como de consciencia) y de carencia del espíritu humano de unión.
_ Creo muy tristemente que nos hemos deshumanizado. Que hemos perdido la gloriosa noción de que somos seres espirituales, seres vivos, seres consientes y sintientes. Hemos perdido nuestra naturaleza divina al no considerarnos más que despojos carnales, un fenómeno biológico, un evento casual y aleatorio de materia corrupta y finita. De ahí que me atreva a pensar que la culpa la tenemos todos y cada uno de los que formaos parte de aquella colectividad, de aquel gran fenómeno conglomerado de personas, territorios, naciones e identidades que forman aquella entidad gloriosa a la que algún día llamamos México.
_ Sé que corro el riego de hacer sentir (o motivar) falsos nacionalismos y quizá de rayar en el chauvinismo. Pero sé que no es así. Las banderas siempre han sido sinónimo de instituciones y las instituciones siempre han sido sinónimo de corrupción, de simulación. Creo yo que va llegando el momento de que nos inventemos otras cosas, porque si no, dudo realmente que podamos frenar mínimamente esta vorágine de caos y destrucción que se avecina latente y amenazante.
_ Sin embargo, en medio de todo esto me atrevo a señalar que la culpa la tenemos todos, por permitir irnos deshumanizando paulatina y progresivamente cuando todos cantábamos al unísono los albores del una supuesta era de desarrollo la cual tuvo como máxima el material, el capital y lo económico.
_ Esta deshumanización la vivimos día a día, segundo a segundo. Yo en lo personal no puedo sentirme cómodo, ni mucho menos feliz, viviendo en un lugar en el cual puedo gozar de ciertas comodidades, pero en el cual también hay personas que viven en condiciones infrahumanas. Pero sin duda lo que me resulta abrumador y desconcertante, es que exista toda una jauría asquerosa de bestias rapaces que dedican su existencia al acaparamiento de bienes y riquezas las cuales debiesen ser disfrutadas por aquellos muchos, muchísimos, que las están necesitando, y que son merecedores de éstas por derecho natural, social y Divino.
_ En alguna ocasión, cuando era joven, leí un libro que me resultó impactante tan sólo por una frase que leí en él: “Todos somos cómplices de la injusticia, si no hacemos nada por combatirla”. Y creo muy verdaderamente que las palabras de la personalidad que lo escribió, resultan completamente ciertas. Si nosotros, conformados y acurrucados en nuestra aparente comodidad, no hacemos nada en pro de la justicia, será muy probable que también, en algún momento, seamos víctimas de las injusticias. Además, en el momento en el que presenciamos cualquier tipo de atropellos, si no hacemos un esfuerzo, por mínimo que sea éste (o expresamos alguna voluntad contraria al acto perjuicioso), nos estamos transformado en cómplices de éste, en testigos mudos y observadores pasivos que aceptan esta realidad como tal.
_ Es posible que se diga que dentro de esta amoralidad, soy contundentemente moralista. Es verdad, lo soy, y también utópico, lo sé (lo cuál me da un ápice de realista) sin embargo creo y quiero creer que un cambio de consciencia puede llegar a ser posible (muchas veces decimos “por lo menos un cambio de consciencia” sin embargo los grandes hombres como nos han demostrado que ese cambio siempre resulta el más difícil, el más complicado de lograr).
_ Después de la visita de este joven idealista en quien vi reflejado mi yo de hace algunos años, y que iba personalmente hasta mi casa a convidarme a que me súmase nuevamente a esta fuerza de resistencia, caí en cuenta que no se puede predicar sin actuar, que no se puede anunciar sin denunciar, que no se debe solamente señalar y destruir, sino también proponer y construir (aunque sea utopías) y es por ello que decido sumarme a ese aglomerado de movimientos de resistencia que giran en torno al Proyecto Alternativo de Nación, que comenzó con una rabieta de un pelele megalómano que ya se sentía sentado en la silla presidencial, pero el cual ahora es un movimiento inclusivo que envuelve a una infinidad de cusas tan variadas, tan diversas, pero reunidos con el único objetivo de tratar de mejorar, por lo menos un poco, o por lo menos intentarlo, las condiciones de vida de los pueblos y comunidades mesoamericanos. A través de movimientos de alternativa y propuestas: sociales, ecológicas, ideológicas, agrarias y campesinas, ambientales, energéticas e hidráulicas.
_ Por eso hoy, en mi calidad de autodesignado líder espiritual y promotor del pensamiento alternativo y no-conformista (y estado plenamente consciente de la necesidad de una transformación integral de nuestro pensar, sentir, y nuestro vivir), he decidido sumar esfuerzos (convidando también al grupo de estudiantes, y a quienes me secundan) a sumarnos al esfuerzo por una Alternativa posible para los pueblos, comunidades, regiones y territorios de las benditas tierras de Mesoamérica.
Es Cuanto.´.
Drako-Konztantyno / Daniel B. Fragoso / Lucios X-sóstomo, Heresiarca Mesoamericano.
Etiquetas:
Crítica Social,
Propuesta Política y Social
miércoles, 6 de julio de 2011
Quiero emprender el vuelo junto a tu rostro.
Quiero emprender el vuelo junto a tu rostro.
Entrelazadas las alas de nuestros tiempos,
soltarnos al viento pidiendo nada,
nada, más que la libertad de un vuelo
que se vuela por el simple deseo de hacerlo.
Libre como la mañana, y decidido como la lluvia,
quiero emprender el viaje que me contenga en los límites de mi locura
y que me mantenga volando el vuelo en la esperanza de una ilusión.
Pero hoy no quiero emprender el viaje
si no es acaso que lo emprendas tú conmigo.
Siempre me sentí ave que perseguía un deseo.
Hoy que soy águila, y que pudiendo volar el más alto vuelo,
he descubierto que te amo tanto, y que no podría
emprender la travesía, de vivir esta vida,
si no estás conmigo, si no te tengo.
Sé que te quiero, y de eso no hay duda,
sólo es que a veces la incertidumbre me abruma,
al no comprender el cómo y por qué, hube decidido amarte,
y es entonces cuando me quiebro durante unos instantes,
cuando mi mente divaga con pensamientos errantes,
al no comprender ni yo mismo mi propia locura
y al tratar de compaginarla con mi estresante cordura.
Pero al vuelo de la mariposa me uno,
que cuando vuela se desquebraja el mundo,
bajo sus alas, bajo mis pies,
bajo los versos de esta clave
que me tienen en encrucijada,
en un enclave,
entre los caminos/ríos desbordados
de mi pobre y tonto,
pasional corazón.
Quise ser águila, y hube deseado volar muy alto,
pero descubrí que este mundo,
tan regio, tan sobreaño,
carecería de encanto,
si es que no me atreviese a disfrutarlo,
sino es cuando te amo,
cuando me besas,
cuando te tomo de la mano.
Hube deseado ser como el halcón,
o brillar al sol como un ave canora,
ser inmortal como la nostalgia de un viejo danzón,
y resplandecer con los magneficentes rayos de la aurora;
pero mi corazón conoció el amor;
pero mi alma descubrió tu amor.
Y desde el momento en que te conozco,
siento en la febrilidad de mi ser,
un sentimiento estridente que no entiendo,
y ayer que por fin he decidido emprender la marcha
y comenzar el vuelo,
siento una nostalgia que me embarga el alma,
y muy determinantemente decidí que te quiero,
que has nacido unido a mi naturaleza,
y que la vida carecería de belleza,
si es que…
mano a mano,
hombro a hombro,
labio a labio,
contigo no me empeño
a recorrer el camino de los astros,
de los dioses.
El sendero que ha sido creado
para que volemos juntos
unidos en el palpitar de un solo corazón.
Entrelazadas las alas de nuestros tiempos,
soltarnos al viento pidiendo nada,
nada, más que la libertad de un vuelo
que se vuela por el simple deseo de hacerlo.
Libre como la mañana, y decidido como la lluvia,
quiero emprender el viaje que me contenga en los límites de mi locura
y que me mantenga volando el vuelo en la esperanza de una ilusión.
Pero hoy no quiero emprender el viaje
si no es acaso que lo emprendas tú conmigo.
Siempre me sentí ave que perseguía un deseo.
Hoy que soy águila, y que pudiendo volar el más alto vuelo,
he descubierto que te amo tanto, y que no podría
emprender la travesía, de vivir esta vida,
si no estás conmigo, si no te tengo.
Sé que te quiero, y de eso no hay duda,
sólo es que a veces la incertidumbre me abruma,
al no comprender el cómo y por qué, hube decidido amarte,
y es entonces cuando me quiebro durante unos instantes,
cuando mi mente divaga con pensamientos errantes,
al no comprender ni yo mismo mi propia locura
y al tratar de compaginarla con mi estresante cordura.
Pero al vuelo de la mariposa me uno,
que cuando vuela se desquebraja el mundo,
bajo sus alas, bajo mis pies,
bajo los versos de esta clave
que me tienen en encrucijada,
en un enclave,
entre los caminos/ríos desbordados
de mi pobre y tonto,
pasional corazón.
Quise ser águila, y hube deseado volar muy alto,
pero descubrí que este mundo,
tan regio, tan sobreaño,
carecería de encanto,
si es que no me atreviese a disfrutarlo,
sino es cuando te amo,
cuando me besas,
cuando te tomo de la mano.
Hube deseado ser como el halcón,
o brillar al sol como un ave canora,
ser inmortal como la nostalgia de un viejo danzón,
y resplandecer con los magneficentes rayos de la aurora;
pero mi corazón conoció el amor;
pero mi alma descubrió tu amor.
Y desde el momento en que te conozco,
siento en la febrilidad de mi ser,
un sentimiento estridente que no entiendo,
y ayer que por fin he decidido emprender la marcha
y comenzar el vuelo,
siento una nostalgia que me embarga el alma,
y muy determinantemente decidí que te quiero,
que has nacido unido a mi naturaleza,
y que la vida carecería de belleza,
si es que…
mano a mano,
hombro a hombro,
labio a labio,
contigo no me empeño
a recorrer el camino de los astros,
de los dioses.
El sendero que ha sido creado
para que volemos juntos
unidos en el palpitar de un solo corazón.
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