La Sombra, By Drako-Konztantyno .´.

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lunes, 22 de febrero de 2010

La Revelación de la Divinidad Femenina en América.





_ Como mencionábamos antes, el despertar
hacía las espiritualidad femenina
se dió en el momento histórico que
conocemos como el Renacimiento. Pero,
este despertar no sólo se dio en
Europa, sino también en del otro
lado del Orbe.

Mientras Alquimistas, Metafísicos,
Hermetistas, Cabalistas, Gnósticos
y otro ocultistas, experimentaban
explorando el Arquetipo del Sagrado
Femenino, en el Arte, en las Ciencias,
en la Cultura y en las diversas órdenes
ocultas de espiritualidad; y las masas
se lanzaban a la devoción popular
de las advocaciones más famosas y
representativas de la nueva forma de
religiosidad. Sucedió un hecho que vino
a transforma de fondo el sentido de la
Revelación de la Divinidad hacia los
hombres. Pero sólo que esta vez, se
manifestaba del otro lado del mundo
y bajo una apariencia femenina.


LAS GRANDES PROFECÍAS INDÍGENAS EN AMÉRICA.


Durante el Reinado de Moctēucuhzōmā
Xōcoyōtzin (Mejor conocido como MoctezumaII)
Sucedieron en la Gran Tenochtitlán una serie
de eventos que fueron tomados como el inicio
de una secuencia de presagios que habían sido
profetizados por los sacerdotes del Templo
de Huitzilopochtli desde la época de la
fundación de dicha ciudad. Estas predicciones
fueron registradas en los códices del Templo
y tales eventos allí descritos comenzaron a
ocurrir durante el reinado de Moctezuma II.

Cuenta la historia, que cierto día se encontraba
el Huey Tlatoani (Emperador) haciendo un paseo
nocturno por su palacio y que en cierto momento
escuchó un grito estremecedor; un sonido
agonizante que pareciera producido por una mujer,
el cual se extendía produciendo un terrible eco
por toda la ciudad.

De inmediato Moctezuma acudió a sus sacerdotes
astrónomos que se hallaban cerca del Lago de
Texcoco (quienes se dedicaban a la observación
de las estrellas para establecer las fechas
del calendario).

—Es Cihuacoatl[1] — Le dijo el más anciano de
los sacerdotes que allí se encontraba —Se trata
de la profecía descrita en los códices fundacionales.

Inmediatamente la comitiva se dirigió hacia el Gran
Teocalli (templo) de Huitzillopochtli, que era el
punto más elevado de la ciudad, para poder observar
de qué se trataba. Allí, el Emperador y los cuatro
sacerdotes incluido el anciano, pudieron
observar entre las tinieblas de la oscuridad, a
Una Mujer de Resplandor Blanco que Venía
Caminando Desde el Oriente.

El lamento de esta figura, duró toda la noche.
Entre sus funestos alaridos advertía a los
habitantes de la ciudad, que el fin y la destrucción
de la misma estaba cerca (tal como lo habían predicho
los códices ya mencionados) y además, advertía también
que el sistema de vida y la realidad en la cual vivía
el pueblo azteca, cambiaría violentamente de la noche
a la mañana.

A partir de esta peculiar aparición, que se estima
ocurrió alrededor de un 20 de abril de 1512; y que
fue la primera de una serie de señales que predecían el
advenimiento de la caída del Imperio y el establecimiento
de un nuevo orden dentro de las Tierras Mexicas. Los
sacerdotes más sabios y más ancianos de los diversas
órdenes sacerdotales de los templos (teocallis) de la
Gran Tenochtitlan, se dedicaron a la exegesis de los
archivos y códices de la ciudad. Cuando presentaron
el informe al Huey Tlatoani, le dieron la noticia de
que la aparición de aquella noche era efectivamente
la diosa Ciuacóatl quien había vuelto del Supramundo
para anunciar el inminente fin del Imperio Azteca y
su sistema.

Según los eruditos sacerdotes, este era el sexto
pronóstico de los profetas a los cuales se unían:
-Una columna de fuego (probablemente la visión
del cometa Halley, visible en 1472).
-El Teocalli de Huitzilopochtli fue arrasado por el
fuego y nadie pudo evitar que las llamas lo consumieran.
-Un rayo silencioso destrozó el Teocalli de Xiuhtecuhtli
y del cual no se escuchó estruendo alguno.
-El impacto de un meteorito desplegó una serie de fenómenos
atmosféricos visibles desde la ciudad. El estruendo que
provocó causó el derrumbe de parte del palacio imperial.
-Las aguas del Lago de Texcoco parecieron hervir a causa
de un fuerte viento que sopló desde el Oriente. Una parte
de la ciudad se inundó.
-Se cazó un extraño pájaro parecido a una grulla. En cuyos
ojos se podían ver a unos hombres desconocidos que
hacían la guerra y venían a cuestas de unos "como venados".
-Y por último; la llagada de bestias monstruosas de dos cabezas
revestidos de metales y que escupían fuego (Se presume se refería
a los invasores a caballo y con armas de fuego).


Como si se tratara de un acierto los palabras de los
profetas (los cuales quedaron registradas en los códices)
y ocurridas pues la señales; comenzó el proceso del la
conquista por parte de los invasores españoles. Esto quizá
pareciera no tener gran relevancia para el asunto que
hemos hablado en esta serie de escritos. Pero; la verdad es
que existe una extraña conexión entre estos eventos
desafortunados y otro que señala el comienzo de una "nueva
era" para los pueblos indígenas de América.


Después de la oscuridad, surge el alba.
De las tinieblas, siempre llega el resplandor de
un nuevo día.
Y tras la oscurida de la noche, un nuevo Sol vuelve a brillar.
Pero; esta vez ocurrió algo verdaderamente sorprendente.
Esta vez el Sol no fue más hombre, sino una mujer revestida de
hermosos símbolos.




LA REVELACIÓN DE LA MATERNIDAD DIVINA
_ EN TIERRAS AMERINDIAS.


Algo bien importante que hay que rescatar dentro de la
tradición indígena prehispánica, es que nuestros pueblos
amerindios, especialmente aquellos que se encontraban en
Mesoamérica, se encontraba esperando la llegada de un
acontecimiento de suma importancia.

Desde épocas ancestrales. En la oscuridad de los tiempos.
Cuando florecieron las Tres Tollanes (Chichen-Itza, Tula
y Teotihuacan) Por la obra de las tres encarnaciones del
Divino Ketzalcoatl. Los pueblos que recibieron una instrucción
directa del dios, fueron enterados de que un acontecimiento
formidable reuniría por completo las culturas y civilizaciones
conocidas por los hombres prehispánicos.

Cuando los eventos históricos fuero ocurriendo. Todos llegaron
a creer que este "gran acontecimiento" se trataba nada más ni
nada menos que del Imperio Azteca bajo el dominio de la tribu
mexica. Sin embargo; muchos pueblos pusieron una gran resistencia
ante el avance de la hegemonía del Imperio Azteca. Particularmente
los reyezuelos de las tierras mayas, quienes se negaban
principalmente al sometimiento espiritual por parte de los mexicas.

Algo que hay que mencionar, es que pese a que los Aztecas respetaron
los cultos a la pluralidad de divinidades y sus distintas
representaciones, siempre como símbolo de sometimiento, en los
pueblos conquistados, los aztecas acostumbraban erigir templos
dedicados a los dioses de la metrópoli; y en tiempos de Tlacaélel
además de imponérseles tributo a los dominios, también se les exigía
que le reconociese a él como Máximo Sumo Sacerdote (Algo así como
hicieron los romanos).

Ya que nos encontramos mencionando a Tlacaélel, hay un evento histórico
que ocurrió durante su vida que merece una especial atención, es el
hecho de que en un determinado momento del siglo XV convocó a un Gran
Concilio General al cual asistieron representantes de todas las
escuelas sacerdotales de todas las regiones de América. Incluso hay
quienes afirman que estuvieron presentes algunos representantes de
los pueblos incas. La finalidad principal de este concilio fue la de
revisar ampliamente las escrituras sagradas indígenas con el fin
de evitar el mencionado cataclismo que se esperaba ocurriera
de un momento a otro.

Se dice que los representantes de la facción de las tierras mayas,
discreparon respecto a los nahuatlacas sobre su interpretación de
los textos sagrados. Ya que en estos se mencionaba la unificación
cultural y espiritual de los indígenas por medio de un Culto Solar
unificado. No bajo el dominio militar que habían impuesto los
aztecas. Ante esto la facción nahuatlaca argumentó que ese sistema
de veneración al Sol, sería por medio de un culto unificado al dios
Hutzilopochtli. Los mayas opinaron que no podrían ser forzados a
abrazar un culto por medio de los sistemas violentos, puesto que
esto contradecía lo descrito por los textos sagrados de las Tres
Tollanes.

Finalmente, el Sumo Sacerdote maya de Ketzalcoatl (Kukulkán para los
mayas) fue destituido por los aztecas de su insignia como sumo sacerdote,
y esta fue añadida a las insignias de Tlacaélel, con lo cual se autoadjudicaba
una supremacía moral y religiosa que poco le distanciaba de ser una
falsa encarnación del dios.

El concilio dio un giro cuando la impopular propuesta de
unificación bajo el Imperio Azteca fue tajantemente rechazada
por la mayoría de los sapientísimos sacerdotes presentes quienes
se negaron a aceptar tal atrocidad. A partir de este momento,
la política oficial de terror fue impuesta. Fue cuando Tlacaélel
propuso veneración a Hitzilopochtli a través de las guerras "santas"
y los sacrificios humanos.

A esto le siguieron las campañas militares conocidas como "guerras
floridas" y los sacrificios masivos en el Gran Templo de Tenochtitlan.
Según cuentan los códices de la época. Los aztecas iniciaron esta
campaña de sacrificios humanos, como un esfuerzo extraordinario por
evitar la caída del imperio y la muerte del dios Huitzilopochtli.
-Lo que demuestra que ni aún ellos estaban convencidos que la
unificación llegaría a los pueblos mesoamericanos por medio del
culto a este dios-.


Quien iba a pensar que la unificación espiritual de los pueblos
lo iba a encabezar una humilde y casi insignificante deidad
otomí denominada "Tonantzintla" traducida al español como
"Nuestra Madrecita".




UNA DIVINIDAD MAYOR QUE
HUITZILOPOCHTLI.

Tonatiuh, Meztli ihuan Citlalli
Iliicatl, ica mochi Iyoyoliztli
Natzi chicahualiztli Tlen Ochihui.

El Sol, la Luna y las Estrellas
del cielo con todo su movimiento
develan el poder de Quien las hizo

~ Sabiduría Náhuatl~.



Así como los samaritanos veneraban a Dios en el monte, en vez
de en el Templo, Así los pueblos indígenas pacíficos veneraban
a la Divinidad en la Naturaleza y no en los templos de los
sacrificios. Esto ha sido parte de la más auténtica espiritualidad
indígena.



En un cerro de la región donde habitaba la población otomí, el cual
llevaba por nombre del "Tepeyac" se encontraba un santuario natural
en donde una serie de eventos sobrenaturales relacionados con la
naturaleza comenzaron a ocurrir desde mucho antes del poderío azteca
en la región, y los cuales continuaron aún después de la conquista
española. Este santuario era la cuna de la veneración a la Gran Diosa
Madre en tierras amerindias. Pero; como aún lo sigue siendo, Esta
Diosa era la representación de la maternidad entre la gente sencilla
y de costumbres simples. Su culto, en vez de basarse en severos y
complicados rituales, se fundamentó en una simple y sencilla veneración
por la naturaleza. En el santuario del Tepeyac, a Tonantzintla se le
ofrendaban primicias, ofrendas de frutos, cosechas y flores y lo más
sorprendente es que en su culto no intervenía la casta sacerdotal.
De hecho, en vez de ser propiamente una divinidad personificada
se trataba más bien de una especie de concepto divinizado
(la maternidad).

De hecho, la presencia de su culto, fue haciéndose también popular
entre la población nahuatlaca de la región. A tal grado, que fue a
un nahuatlaca, a quien la Gran Diosa, se le reveló: Cuauhtlatóhuac;
alias "Juan Diego".



DEVELACIÓN DEL CULTO SOLAR.


En todas las culturas ha estado siempre presente el Arquetipo del
Gran Dios Sol, entre los ocultistas se le conoce como el Sol Místico
o Sol Espiritual, el cual, sin dejar de ser una representación
iconográfica de la divinidad solar, su simbolismo tiende a tener
una trascendencia de vital importancia para las culturas.

En Oriente y occidente, al Sol Espiritual se le representó como
dioses masculinos: Mitra, Apolo, Ra, Helios, y demás; más adelante
cuando los avatares instruyeron a la humanidad, este Sol Espiritual
adquirió un significado más amplio de la divinidad. Entonces el culto
solar fue asociado a los denominados "Hijos" de Dios: Los Iniciados,
portadores de Luz y conocimiento. No es en lo absoluto raro, ver
representaciones de Dionysos, Krishna, Ramma, Buda, y Cristo en las
cuales se les ve venir desde el Oriente con el sol a sus espaldas.
Esto es verdaderamente representativo porque simbolizan una nueva era
para los pueblos a quienes les otorgaron revelación y sabiduría Divina.

Pues bien. En América sucedió algo completamente curioso. La figura
que procede del Oriente y con el sol a sus espaldas, fue nada más
y nada menos que una mujer, quien además en su simbolismo denotaba
la síntesis de ambos arquetipos en uno solo: el padre y el hijo.
Y además de eso, poseía una característica sumamente peculiar. El disco
solar no es representado sobre su cabeza, sino por el contrario;
Ella misma es el Resplandor del Sol.

Quien sabe de simbología indígena, no me dejará mentir que este hecho
es por demás significativo, ya que el mensaje de la Divinidad era claro.
Era ella aún mayor que su dios del sol Huitzilopochtli.


La Gran Diosa se manifestaba a los indígenas no siendo simplemente una
deidad más, como la multiplicidad de deidades que poseía cada cultura,
sino que Ella, se revelaba como La Divinidad, revestida del manto estelar,
con la luna bajo sus pies, y en el esplendor divino del fulgor del Sol.



No tengáis miedo...
¿No estoy aquí Yo que soy tu madre?...





Y desde entonces los pueblos de Mesoamérica y de todo el continente
se fueron abarazando el culto a la Gran Diosa. Pese al recelo de los españoles
que nada pudieron hacer al respecto.


Lo único que atinaron hacer con el tiempo (Casi cien años después), fue
crear un mito al respecto, canonizarla y simular su culto asimilandolo.



El pueblo azteca, trató con mucho esfuerzo, enfocar los
paralelismos existentes entre Tonantzin y la diosa azteca Coatlicue[2]
en un vano intento por querer forzar la Profecía y quedar con un
poco del protagonismo con el renacer espiritual de los pueblos
indígenas de América.







Es Cuanto...







[Mi amor, espero que esto te ayude un poco
respecto a lo que necesias saber sobre nuestra Diosa.
Que sea pues Ella la que te bendiga, te cuide y te guarde]





" 1 ¡Oh reina del cielo!
2-Tú, cierto, eres santa y abogada continua del humanal linaje.
3-Tú, señora, eres siempre liberal en conservar y guardar los pecados,
4-dando dulcísima afición y amor de madre a las turbaciones y caídas de los miserables:
5-ningún día, hora, ni pequeño momento pasa vacío de tus grandes beneficios.
6-Tú, señora, guardas los hombres, así en la mar como en la tierra,
7-y apartados los peligros de esta vida,
8-les das tu diestra saludable, con la cual haces y desatas los torcidos lazos y nudos ciegos de la muerte, y amansas las tempestades de la fortuna,
9-refrenas los variables cursos de las estrellas:
10-los cielos te honran, la tierra y abismos te acatan.
11-Tú traes la redondez del cielo,
12-tú alumbras el Sol,
13-tú riges el mundo y huellas el infierno;
14-a ti responden las estrellas, y en ti tornan los tiempos;
15-tú eres gozo de los ángeles; a ti sirven los elementos;
16-por tu consentimiento espiran los vientos y se crían las nubes,
17-nacen las simientes, brotan los árboles y crecen las sembradas;
18-las aves del cielo y las fieras que andan por los montes, las serpientes de la tierra y las bestias de la mar temen tu majestad.
19-Yo, señora, como quiera que para alabarte soy de flaco ingenio y para sacrificarte pobre de patrimonio,
20-y que para decir lo que siento de tu majestad no basta facundia de habla, ni mil bocas, ni otras tantas lenguas, ni aunque perpetuamente mi decir no cansase;
21-pero en lo que solamente puede hacer un religioso, aunque pobre, me esforzaré que todos los días de mi vida contemplaré tu divina cara y santísima deidad, guardándola y adorándola dentro del secreto de mi corazón".


__________________ Lucio Apuleyo; El Asno de Oro.







Dom ☠Drako-Konztantyno††.'.
POR EL REINO ESPIRITUAL DE
LAS "COSAS RARAS".
http://drako-konztantyno.blogspot.com/
Drako.Konztantyno@gmail.com





1. Cihuacóatl, es una Divinidad Azteca que guarda
cierto paralelismo con Rea del Siestema Greco-Latino
por la similitud del Mito Cosmogónico de ambos sistémas.
Vendría simbolzando a la Maernidad Primigenea, aquella
que no ha sido creada, sino que más bien es co-autora
de la creación (creación por emanación).

2. Coatlicue, dentro de la Tradición Azteca, es la
deidad madre de Huitzilopochtli a quien enjendró
de una concepción virginal y en quien se puede
encontran gran parte de los paralelismos existentes
entre las Diosas Madre de las civilizaciones y de las
que Madame Blavatzky habló ampliamente en su obra.


REFERENCIAS:
http://www.univision.com/content/content.jhtml?cid=508361
http://www.proyectoguadalupe.com/documentos/sahagun.html


1 comentario:

  1. wow! ahora que casi no has publicado he pasado a ver tus post mas antiguas... como siempre mi hermano, mi admiraciòn completa hacia tu persona... Saludos cordiales...

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