Sobre cómo la gente pendeja (perdón, quise decir ignorante) paga lo impuestos de otros.
Alguna vez ha ido a usted al supermercado, o a las cadenas de minisúperes y con un inocente, casi dulce y lastimero gesto le han pedido “redondear sus centavos”. Ya sea para el TELETÓN, para UN KILO DE AYUDA, para el programa de “computadoras para las escuelas”, para la educación, o para cualquier otra “obra de caridad” (que no lo dudo que lo sean, el problema es que se aprovechan de usted que dice que sí, ya que les está haciendo un grandísimo favor a los de por sí archirriquísimos empresarios).
¿Pero cómo le hacen para verle a usted la cara de pendejo???
_______ Se estará preguntando.
Mire, se lo voy a tratar de explicárselo lo más claramente que me sea posible.
Cada vez que usted toma la “inteligentísima” decisión de redondear sus centavos. Lo que está haciendo es regalarle dinero a la empresa y/o transnacional a la cual usted “sabia e inteligentemente” decide dárselos.
_La empresa se pasa todo un año juntando ese dinero [que muy probablemente a usted le sobra, ya que lo anda regalando para que gente mucho más rica que usted, y evidentemente muchísimo más inteligente lo use para pagar sus impuestos, y con esa cantidad que se ahorra, sea mucho más rica] que usted le regala por medio de ese famoso “redondeo”, y lo acumula. Ya que se viene el fin de año (y mientras la gente está idiotizada haciendo compras inescrupulosas y haciendo un mal uso de sus paupérrimas economías de trabajadores mexicanos jodidos) rompen el cochinito, que usted les hizo el favor de llenar, y esos centavitos que usted estuvo regalando durante todo un año, se han convertido en millones y millones de pesos, ya que usted no ha sido el único pendejo (perdón quise decir crédulo-inocente) que anda regalándole su dinero a la gente millonaria, sino que al igual que usted, hay otros tantos millones de pendejos que les gusta regalar su dinero (que me imagino les ha de estar sobrando como para andar regalándolo).
_Entonces, las empresas y los empresarios, a fin de año, se levantan el cuello haciendo regalos y donaciones a estas “obras de beneficencia” (si es que en verdad lo donan, a mi no me consta ¿a usted sí “inteligente” redondeador?). Y ya que se venga el mes de enero y haya que justificar gastos, ingresos y pagar impuestos, esas cantidades de dinero que donaron a “obras benéficas”, como el TELETÓN por ejemplo, el fisco (Hacienda) se los descontará de la cantidad total de impuestos que deberían de pagar…
¡Ah, y disculpen! Casi se me olvida decirles que lo mismo hacen los bancos, cuando usted va al cajero y le piden que done (estos son más cabrones porque no se conforman con menos de cinco pesos) a beneficencias como: Bécalos [1], apoyos para la vivienda (lo cual por cierto es responsabilidad del gobierno federal), computadoras para llevárselas a los niños de las Sierras Mixteca y Tarahumara (donde por cierto no ha llegado la electricidad), o para esa fundación que les regala lentes a los niños virolos la cual honestamente no recuerdo cómo se llama.
_Sólo que déjeme decirle que los bancos no le están viendo la cara de pendejo cuando usted decide donar, no. ¡Le están mentando su madre! Porque no hay nada más asqueroso y grotesco en este maldito mundo materialista, ni nada más cancerígeno y virulento para la economía de jodidos, pendejos, y mexicanos en general, que los malditos bancos sanguinarios, rapaces, y voraces. Esos de verdad que se pudren en dinero (dinero que obtienen de la explotación de sus trabajadores y de la pendejez de sus “clientes”, o mejor dicho, esclavos ambulantes).
Ahora permítanme compartirles una bonita reflexión personal:
Los bancos y los banqueros son al mexicano de hoy, lo que haciendas y hacendados fueron para el mexicano de hace un siglo. Sólo que potencializados ¿al 10, al 100, ó quizás al 1,000? (eso no sabría decírselos con exactitud, pero puede usted preguntárselo a cualquier persona que este endeudado por un crédito bancario).
Y lo peor de todo, es que nadie se está dando cuenta…
¡Qué chingones son los, ricos no cree???
¡Y qué pendejo es usted!!!
______ Le ven la cara y manipulan su sentimentalismo y su pendejez (perdón, quise decir sus buenas intenciones).
Algunas sugerencias de este loco que algunos tiran de a pendejo…
1. Si usted es de esos que les sobra el dinero como para andarlo regalando. Haga la caridad usted, directamente, en donde a usted le conste que no le están viendo la cara de pendejo. A mí, por ejemplo, me dan mucha tristeza esos pobres niños del Ejército de Salvación y de Ministerios de Amor, que siempre los traen bien andrajocitos y mal comidos. Regáleles comida, regáleles ropa, porque nunca falta algún vivo que se haga el pendejo a la hora de manejar recursos económicos que no son suyos (como lo políticos por ejemplo).
2. Mire, le voy a decir una cosa. No sea tan pendejo. Vivimos en un país, no voy a decir de contrastes, sino más bien de polos opuestos. Y lo más probable es que usted que está leyendo esto sea un pobretón jodido, o un estudiante hijo de pobretones jodidos que se tienen que partir diariamente la madre trabajando, para medio sobrevivir.
Le repito, no sea pendejo, ahorre. La verdad usted no está como para andar regalando el dinero. Creo que todos los mexicanos, dentro de nuestra más guajira fantasía y en nuestros sueños de cuentos de hadas mentales, nos creemos ricos; o mejor dicho, nos creamos el complejo de ricos. Este complejo es proporcional al rango de mediocridad de quien lo padece. Y nos hace creer que somos tan chingones que andamos por la vida haciéndole el feo a los centavos. Ya sea regalándoselos a los millonarios (quienes sí conocen realmente el verdadero valor del dinero; porque por algo se hicieron ricos, ¿no cree? aunque sea por andar viéndole la cara de pendejo a los pobres que se creen ricos). Ya sea haciéndole el “fuchi” a las moneditas que ven tiradas (aunque déjenme decirles que algunos no las recogen porque les estorban sus panzotas y prefieren evitar la fatiga). Ya sea tirando las moneditas de centavos. Sí leyó usted bien: TIRANDO. Hay gente tan enferma en eso de creerse rica, que hasta tira los centavos. ¡Me consta!
3. Este consejo es la suma de los anteriores. Si genuinamente quiere usted hacer caridad ¡Hágala con usted mismo!; ¿A´Chingá cómo está eso? Se ha de estar preguntando haciendo cara de huevo tibio. Sencillo. Junte sus centavitos, y de preferencia cuando sean bastantitos, métalos en una cuenta bancaria (de débito, de inversión, o incluso de cetes) y déselas a un viejito al cual le van a hacer mucha falta: ¡¡¡USTED!!!
¡Ahorre para su retiro! Así por lo menos se ahorrará la vergüenza de andarlos pidiendo en la calle. Y mire que le doy este buen consejo porque nadie tiene la vida comprada, y muchísimo menos una pensión asegurada (y si la llegara a tener, le aseguro, será miserable, risible, paupérrima).
Con estos políticos mierdas que usaron el dinero del ISSTE y el IMSS como les dio su rechingadísima gana (el cual ya se gastaron dejando a estas instituciones en la quiebra, encharcadas, embaucadas, y comprometido el sistema de pensiones de sus afiliados) y que han reformado la legislación aboral en distintas ocasiones con modificaciones que no hacen más que darle y darle en la madre a la economía del jodido (y favorecer a empresarios millonarios, y a bancos y a banqueros obscenamente multimillonarios) . Creo que lo mejor será que usted se preocupe un poco más (o mejor dicho, muchísimo más) por su vejez.
4. O ya si de plano no lo convencen los primeros tres. Puede usted hacer una muy buena obra donando ese dinero que usted ya no quiere, o que le sobra, y ayudar a que el que escribe estas líneas continúe estudiando.
O mínimo se compre un trajecito y de el “gatazo” del estereotipo social de “hombre de bien”, y consiga un empleo mediocre de “hombre en traje”: chofer, cajero, mesero, vendedor de tienda departamental, vendedor de libros, maestrito de escuela jodida (es bastante curioso ese fenómeno de la correspondencia proporcional de; lo complejo de los uniformes de los profesores con la baja calidad de las escuelas que los exigen), valet parking, chalán de político, burócrata (jajaja, a como están las cosas, brincos diera por ser burócrata), etc…
Por ahora es todo.
Que tengan buen fin de año (si sus economías se lo permiten).
Y por su bien, el de su familia, e incluso el de su país. No sea tan pendejo, y no se deje ver la cara. No haga más ricos a los que de por sí son ricos, y no deje que ellos se burlen de usted.
Es cuanto.’.
Drako-Konztantyno.
1. Yo me pasé toda mi vida solicitando una de estas becas, pero como no me dedico ni a las ciencias ni a la tecnología, me dieron una patada en el trasero: “No joven, esas becas no se las dan a peligrosos librepensantes como usted”, “Sólo se las damos a otros potenciales empresarios en etapa larvaria que al igual que nosotros se dedicarán algún día a explotar a los jodidos como usted”, “¿A caso usted cree que somos pendejos?; No, pendejo usted al creer que vamos por ahí regalando las becas, y pendejos los que nos creen y los que nos hacen más ricos”…
miércoles, 21 de diciembre de 2011
martes, 6 de diciembre de 2011
YA BASTA!!!!
YA BASTA!!!!
Esto no debe seguir así.
Te reto a que lo pongas en tu muro de Facebook o en tu Blog,
por lo menos durante una hora.
Si no lo haces,
entonces creo que estarás de acuerdo
en que esto siga pasando...
Esto no debe seguir así.
Te reto a que lo pongas en tu muro de Facebook o en tu Blog,
por lo menos durante una hora.
Si no lo haces,
entonces creo que estarás de acuerdo
en que esto siga pasando...
lunes, 5 de diciembre de 2011
Relaciones Sexuales Durante el Embarazo.
Mitos, creencias y tabués.
Durante mucho tiempo, el embarazo, fue considerado prácticamente como una especie de enfermedad discapacitante.
_ Tan sólo basta con escuchar los “consejos” de madres y abuelas, que prestas se hacían escuchar dando sus opiniones sobre lo que debía o no debía hacer una joven embarazada.
_ Desde el sabido consejo de que “hay que comer por dos” y que prácticamente se debe de estar en cama durante todo el embarazo. Hoy no sólo resulta ser poco práctico, sino que a muchos, casi nos parecieran una abominación.
“Que si la mujer embarazada no debe trabajar. Que si no puede hacer ejercicio físico. Que si no debe viajar. Que no debería conducir un automóvil. Que hay que ser sutiles y delicados al estar frente a una mujer embarazada, para evitarles disgustos y ‘emociones fuertes’”… En fin, un sin numero de creencias y mitos arraigados en torno el embarazo.
— ¡Como si todas las embarazadas fueran iguales! ¡Como si todos los embarazos fueran igual! —
_ Sin embargo, hay un especial asunto, el cual sigue generando cierta incomodidad al momento de abordarse. Y aún con toda esa cantaleta de “la mujer liberada, la apertura sexual, y siglo veintiuno” que siempre hace su aparición cada vez que se habla sobre algún “asunto femenino”.
_ Sin embargo, queridos lectores y lectoras, la realidad es otra.
_ Y digan lo que digan…
¡El sexo durante el embarazo continúa siendo un tema tabú!
_ Del cual poco (realmente poco) se habla. Lo cual contribuye a que siga siendo un tema tabú.
_ Y por tabú no me refiero propiamente a que sea un asunto censurado o vetado, sino que más bien resulta que en la práctica, las “parejas embarazadas” continúan sufriendo del terrible mal de la ausencia y espaciación de las relaciones sexuales. Las cuales conforme va avanzando el embarazo, comienzan a hacerse cada vez más, y más esporádicas, o en definitiva se interrumpen. Y lo más delicado de este asunto, es que la mayoría de las veces, esto ocurre “sólo como algo que va prácticamente implícito al embarazo”; sin que la pareja llegue a discutirlo (o sugerirlo) el continuar o no continuar manteniendo relaciones sexuales mientras la mujer está embarazada.
El común lamentable en las parejas mexicanas, es que el hombre se distancie sexualmente de su pareja durante el embarazo.
Hace cosa de cincuenta años, o más, las razones médicas sostenían que se debían de suspender las relaciones sexuales durante el embarazo. Esta opinión fue cambiando progresivamente hasta que muchos doctores determinaron que las relaciones sexuales debían de ser suspendidas cuando el embarazo se hiciera evidente. Es decir, que cuando el abdomen comenzara abultarse. Ya que se consideraba que el sostener relaciones sexuales, cuando el producto ya alcanzaba un considerable tamaño, podía resultar riesgoso tanto para su desarrollo, como para la salud de la madre.
—Aquí cabe hacer un paréntesis para señalar el alto índice de mortandad infantil, mortandad durante el embarazo y de aborto espontáneo que se vivían hace poco más de dos generaciones (hablemos por ejemplo de las épocas en las que las madres de nuestras madres estaban en edades fértiles) —.
Sin embargo, hoy en día, no existe alguna razón médica de peso, para suspender la vida erótico-afectiva de una pareja embarazada
(salvo las excepciones de casos MUY PARTICULARES).
Muchos autores de literatura médica relacionada al campo de la sexualidad: McCary (1988), Javert (1960) Rosen (1980); coinciden en que es recomendable (más nunca obligado) la suspensión de las relaciones sexuales unas seis semanas antes del parto, y esto por razones de que “resulta prácticamente imposible que la mujer se sienta cómoda en alguna postura que permita la penetración vaginal” (y nótese que aquí hace un específico énfasis a la genitalidad, sin tomar en cuenta otras expresiones eróticas que no se limiten a la penetración).
_Por su parte Bing & Colman (1977) tras hacer una investigación sobre la conducta sexual de la mujer embarazada, apuntaron que en la mayoría de los casos, los médicos prescribían la suspensión de las relaciones sexuales entre uno o dos meses antes del parto. Esto porque se tenía la creencia generalizada de que podían provocar un parto prematuro.
_ Sin embargo, cabe señalar, que es muy probable que los autores arriba mencionados, no consideraran el hecho de que una mujer embarazada, se encuentra generalmente más distendida, y apta para la penetración vía vaginal, ya que en los últimos meses, el cuerpo de la mujer se encuentra precisamente preparándose para el parto. A no ser estos autores carecieran de imaginación en cuanto respecta a “ingeniería/imaginería” sexual, debemos rescatar que existen varias posiciones sexuales que permiten una penetración que pudiera resultar muy grata para la mujer embarazada.
— Y hay que destacar el hecho de que nadie consideraba el impacto psicológico positivo que implica el contacto erótico para una mujer embarazada, y para la pareja en general. Lo cual tiende a reforzar ese vínculo de unión que se acrecienta al continuar experimentando de la vida sexualmente activa durante el embarazo—.
La importancia del contacto afectivo.
Otra mentira bastante común, en lo que respecta al embarazo, es que se trata de “la mejor etapa de la vida de una mujer”. Falso. Quien haya estado embarazada, o por lo menos, quien haya convivido con una embarazada, sabrá que se trata de una etapa bastante complicada e incómoda. Y tal pareciera que cada vez lo es más, esto considerando las exigencias cotidianas que tienen la mayoría de las mujeres en edad productiva (y reproductiva).
_ La gran, GRAN mayoría de las mujeres sufre diversas molestias durante el embarazo. Ocupando un primerísimo lugar aquellas que están relacionadas con los cambios hormonales bruscos a los cuales están expuestas.
_ Sin embargo, muchas de estas molestias pudieran controlarse un poco gracias a los “efectos secundarios” de las relaciones sexuales.
_ Es bien sabido que los dolores leves de cadera, huesos y cabeza, contracturas musculares, mal humor y malestar en general, pueden reducirse o desaparecer gracias a las cantidades de serotonina y oxitocina liberadas antes y después de las relaciones sexuales ¡Y ni qué decir delos efectos terapéuticos del sexo para el estrés!
_ Además que el sentimiento de bienestar consecuente de una vida sexualmente activa, es el mejor remedio para cualquier tipo de malestar tanto físico como sentimental.
_ Cabe señalar que además de los beneficios físicos que puedan aportar las relaciones sexuales. También debemos señalar, que más allá del contacto físico, y de las sensaciones eróticas placenteras. Es muchísimo más importante el vínculo afectivo, cálido, amoroso y tierno, de empatía y compromiso, el cual se ve potencializado, en la pareja, cuando se espera la llegada de un nuevo ser.
A mi parecer, las investigaciones mas serias en lo referente a la sexualidad de la mujer embarazada fueron llevadas a cabo por las sexólogas Bing y Coleman (con su libro Making Love During Pregnancy, 1977), Sheila Kitzinger y Rosen (1980).
_ Bing y Coleman, realizaron el estudio con mujeres que estaban siendo entrenadas en el llamado “parto psicoprofiláctico” y que además llevaban un excelente seguimiento médico y orientación e información oportuna, estando bien asesoradas durante todo su embarazo. Finalmente este grupo reportó, que lejos de experimentar una disminución del apetito sexual, la mayoría de las mujeres vivió un incremento de deseo (y satisfacción sexual) durante las primeras y últimas semanas del embarazo (cabe aquí destacar que muchas mujeres han experimentado su primer orgasmo, durante las primeras semanas de su primer embarazo).
_ Otros estudios posteriores, reportarían casos en los que algunas mujeres decían haber recurrido a la actividad sexual en las últimas semanas de gestación, como medio para mitigar la congestión pélvica y mamaria.
_ Rosen (1980), por su parte, reporta un aumento estadístico en el deseo sexual, de las mujeres que fueron encuestadas. Ella lo atribuía al hecho de que la mujer se sentía liberada del factor estresante (tanto a nivel físico como psicológico) que está implícito en la metodología anticonceptiva. Por ejemplo, el nerviosismo y la ansiedad que muchas mujeres experimentan por el temor de que el anticonceptivo de ocasión (por ejemplo el condón) llegara a fallar. O incluso el estresor químico generado por los anticonceptivos orales. De ahí que al tener la certeza de estar embarazada, la mujer se sienta un tanto desinhibida, e incluso más abierta a la creatividad y a dar rienda suelta a sus apetencias sexuales (esto principalmente durante el primer trimestre).
Finalmente, puedo atreverme a aconsejarles a todas las mujeres que se atrevan a sacarle ventaja a algunos cambios fisiológicos que se dan durante el embarazo.
1) Por ejemplo, el crecimiento, endurecimiento y congestión de los pechos, puede ser un plus para el jugueteo sexual, ya que generalmente vienen acompañadas de una ampliación de sensibilidad en los pezones, y un sentimiento de voluptuosidad, tanto para las mujeres, y ni que decir de sus parejas.
2) El exceso de lubricación vaginal (en diversas etapas del embarazo, pero principalmente en las primeras y últimas semanas) generalmente se acompaña de una cierta propensión hormonal (similar al ocurrido durante la ovulación) lo cual facilita la penetración vaginal. Con lo cual se reportan relaciones sexuales muy placenteras.
3) Muchas mujeres dicen reportar repentinos aumentos de calor (acompañadas muchas veces de repentina lubricación vaginal) sin una aparente causa, las que las hace sentirse excitadas. Muchas de ellas incluso llegando a reportar orgasmos si fritan sus paredes sexuales mientras caminan, o al contraer el músculo PC. —La literatura médica ha reportado casos de multiorgasmía cuando la mujer sostiene relaciones sexuales durante estos “episodios” repentinos—.
4) Existe una correlación entre una mayor facilidad de parto natural en aquellas mujeres que mantienen su vida sexualmente activa de manera regular durante el embarazo.
Así, que mis queridos amigos. No hay ninguna razón para que dejen de hacer la tarea cuando estén “embarazados”.
Y recuerden que todos los momentos de la vida y la sexualidad son hermosos. Por tanto el embarazo no tiene por que ser la excepción. Y recuerden que para todo gran cambio, es necesaria una dosis de imaginación, ingenio, creatividad y buen humor…
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