Hace cosa de unos cinco años una princesita, "niña bien", quien por cierto me enteré que no tiene mucho que se casó (por amor, obviamente), me dijo que le parecía naco que tuviera esta canción de Molotov en mi Ipod.Esta rola sonaba en el mundo undergroud de hace veinte años.
Cuando por cierto, ya estábamos hasta la madre del PRI ¿se acuerdan? -Si ustedes no, yo sí-
La semana pasada escuché por ahí, que se murió la palanqueta momiaviviente judía Jacobo Zabludovsky, comunicado, hombre de finas letras y modales adamados, a quien Televisa y el PRI, tuvieron mucho que agradecer, pero nada más... No fue para lamentarse nada, a menos quizá que fuera de su familia (en ambos sentidos de la expresión).
Si algo me queda claro en esta vida, es que todos tenemos un precio (tú y yo incluidos) y en esta canción que en ese momento "era vulgar y grosera" y que causaba que a más de una persinada se le cayeran las pantaletas, hoy no pasa de verse como una inocentada en perspectiva con los prosaicos géneros que la masa oye. Gracias a esta ahora tan inocente canción, podemos darnos un panorama (o más bien, una fotografía) del país en aquel entonces, cuando al grupo que la interpretaba, aún no le llegaban al suyo (me refiero al precio), cuando sus letras tenían contenido, y no vendían su integridad por un "da-da-da" para comerciales de la pepsi en los mundiales.
¿Que de qué trata?
P'os de nada nuevo, corrupción, pri, masa ignoranta, y esperpentos que se encargaban de entretenerla...
Para los más jóvenes les cuento que la palanqueta judía que falleció la semana pasada, hacía la chamba que ahora hacen López Dóriga, Garralda, Loret de Mola Jr., y Adela Micha.Pero de favor, tómese unos minutos para escuchar esta canción, y otros tantos para reflexionar un poco con objetividad y perspectiva histórica. Y si de casualidad, cómo su servidor, se acerca peligrosamente a los 30', ayúdeme por favor cuenstionandóse qué diablos estamos haciendo tan mal para tener una repetición de patrones tan alarmantes de las generaciones anteriores a nosotros (esto último es muy en serio; no dude en escribirme).
A mi parecer (y esto sí es una opinión) describe bien a la chamba que por siglos (o al menos a mí me lo parecieron) tuvo don Jacobo, bajo las órdenes de la todapoderosa, y en ese momento omnipresente.
también, Televisa.
lunes, 6 de julio de 2015
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