miércoles, 4 de noviembre de 2015
El Cielo y El Infierno
El mundo me aleja, me repudia. Me encuentro como un extranjero de toda la tierra, y por supuesto "de El Mundo".
Mientras mi Espíritu clama "calma, ten paciencia". Mientras mi Alma trata de callar mi Mente silenciando los mantras del Ego: Mi ser no se puede serenar.
La serenidad del infierno, contra la crueldad del cielo.
Uno como la Noche antes de la medianoche, y el otro como la Noche después de la medianoche.
Tormenta eléctrica y sublimes tonos de los cuencos tibetanos.
Depresión y euforia.
Santidad, carnalidad.
Ying, y Yang...
¡Qué breve tu presencia en mi hastío!
¡Qué tibias manos y qué fría tu vos!
Como luciérnaga llegó
su luz sin disipar las dudas de mi corazón...
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