Sigil por un Beso.

— O será acaso, un sigil de agradecimiento? —



13 DE NOVIEMBRE,
_______________VIERNES 13 DE BUENA SUERTE

La noche comenzó como muchas otras noches.
Mi mejor amigo, Jorge, cumplía años,
y la noche pintaba para ser especial;
no toda la vida se cumplen dieciocho,
y por eso, esa noche, teníamos que festejar.

Los amigos llegaron primero,
las chicas fuero llegando después.
Desde algunos días antes,
tenía un fuerte presentimiento.
Ese día, algo muy bueno tenía que ocurrir.

La gente iba llegando
y los ánimos se levantaban.
Risas, saludos, abrazos
y felicitaciones para el del cumpleaños.

Y yo;
feliz.
Feliz por ver a mí amigo contento y emocionado.
Feliz porque la semana aterrizaba bien.
Feliz conmigo mismo y con la vida que estoy llevando.

Y de pronto, en el grupo de las chicas, llegaste tú.
Saludé a todas con la familiaridad acostumbrada.
Me presentaron a las nuevas,
y yo, con mi acostumbrada galantería
no dudé en coquetear, platicar y ser amable.

Y tú quedaste entre tanta gente,
sin que te saludase siquiera.

Bastante tiempo ya que te conozco.
Pertenecemos al mismo grupo de amistades
pero siempre te mantuviste para mí, en anonimato.
Pero, esta noche, resultó ser diferente….


“Jamás había besado
unos labios tan suaves y tan tiernos,
jamás una piel tan blanca
tan limpia
tan suave,
tan tersa,
se ha sentido así;
cobijada por mis labios.
Tu sonrisita y tu mirada sínica,
ese pudor que demuestras en tus frases
esa evasión ante la gente,
tan anti social,
esa timidez que te da un aire encantador.”

Y así continuó la noche entre la juerga y el desmadre.
Yo, divino encantador, al compás de la cerveza
me dediqué a conquistar a cada flor que a mi pupila
ameritaba.

Así, mientras las ladys venían llegando,
y yo conocedor de lo que tengo,
me lanzaba sobre anzuelo para, tan sólo
por saber y reconocer mi encanto.

Estaba en estas disquisiciones con mi amigo Jorge
cuando al estrepitoso sonido del desmadre,
pude ver que en tu círculo las cosas se ponían interesantes.
Te encontrabas repartiendo besos, y yo me acerqué a
que me dieses uno.

Primero, fui besando, a todas las presentes.
uno a uno, recorrí los pares del labios,
tolerando hasta el momento,
y con la mente fija en que llegaría a los tuyos.
Y después de un lésbico espectáculo,
ahí estabas tú, promoviendo la escena de
la noche…

Qué grato fue escuchar,
que para no quedarte atrás
__ con las del beso,
tú me ibas a besar!…

Aturdido un poco por el alcohol y el cigarro,
pensé que sólo rosaría tus labios,
a fin de que las damas,
continuasen con lo suyo…
yo me acerqué a ti,
con la única intención de un simple
y tímido beso,
y sin que el grupo presionase,
te tomé de la barbilla, y acerqué tu rostro
al mío…

“Oh maravillosa sensación
de sentir tus suaves y delicados labios,
al compás y ritmo de los míos.
el aroma de tu cara y de tu cuerpo,
aturdiendo mis sentidos,
mucho más que el efecto del alcohol.
—Y ahí estaba yo,
prendido,
haciéndome adicto de tu piel.”

Del tímido beso, que esperaba,
me llevé un suculento francés.
Tan exacto, tan perfecto,
que aún hoy, me gusta fantasear con él.


Un sentimiento de “in victo”
recorrió mi ser.
Tú, la carita tímida de siempre,
me acababas de proporcionar
la experiencia de la noche.
Y ahí estaba yo,
atónito.
Sin ser capaz de comprender
ni de entender.


Prendido por el beso, y al fluir
de las bebidas, la noche continuó.
Tu prima preocupada, te reprochaba
lo que acababas de hacer,
más yo, el Divino Drako liberado,
continuaba con lo que más me gusta ser.

Charlaba animadamente con los presentes
y los recién llegados.
Platicando de eventos pasados,
y siendo presentado a quienes se integraban
al círculo, o mejor dicho a quienes integraban
este nuevo círculo del cual me estaba quedado rezagado,
por las “cosas raras” de la vida.

De pronto la multitud, comenzó a marchar…
y ya, sin gran cosa que temer,
te invité a cobijarte entre mis brazos.
Para asombro de los que aún estaba presentes,
no te inmutaste ni lo pensaste dos veces.

“Y ahí estaba yo, extendiéndote mi brazo,
te sentaste entre mis piernas,
y yo pude deleitarme una vez más,
con el olor de tu piel
y contemplando la textura de tus labios,
metí mi mano, por debajo de tu ropa
al darme cuenta, que tu piel era
perfecta,
me dieron ganas de tomarte
y hacerme tuyo hasta el final…”

Pero de nuevo, llegó tu prima a atormentarte,
se suplicó, por los dioses, no continuar,
conocedora de mis vicios y mis males,
tuvo temor, de que te fuera yo a enviciar…

Y yo, atormentado, por tu suerte
y por la noche,
lleno de alcohol,
y un poco de temor al camino al que te llevaba,
me puse de pie a vomitar la hiel amarga,
que las palabras de ella al convencerte,
me hicieron un turbio pasado recordar.

Salí del baño, preocupado, no por mí,
porque mi suerte la conozco,
estoy ungido por los dioses
y ellos cuidan mi andar…
Me preocupó en ese momento de desmadre,
lo que al enterarse tu familia iba a pensar.

Y continuó, pasando el tiempo en este trance,
hasta que a mí fueron directo a suplicar,
que te soltase y ya no te buscase,
por el temor a lo que en esa noche
fuera a pasar.

Y pese a eso, nos dejaron, solos en el cuarto,
y tus siniestras intenciones pude adivinar,
y por más deseo que tuviese de tu cuerpo,
no sería esa noche, en que te fuese yo a tomar.


Y arrepentido, cual cobarde
huí entonces,
no por temerte, ni mucho menos a mí
sino por el hecho de pensar en otra gente,
a quien tu compañía, llevabas tiempo de compartir:



TU NOVIA.




“Y desde esa noche,
cada minuto ahora espero
en el momento
_____________que nos volvamos a encontrar.”



—Pero, ahora será perfecto
y de mí no te podrás escapar,
quedé adicto al veneno de tus labios
y estoy dispuesto a ese romance continuar—



— “DE CUALQUIER FORMA NO ME INMUTO,
EL AMOR PERFECTO, ESTÁ PRÓXIMO A LLEGAR” —


Rapto de Ganímedes.


☠Dom Drako-Konztantyno ╬ ╬.'.
POR EL IMPERIO DEL LAS "COSAS RARAS"
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