(SEGUNDA PARTE)
LA SHEKINAH COMO CONSORTE DE YHVH [1].
Una tradición mística judaica señala que la Shekinah, el atributo divino del cual hemos hablado en este capítulo, ha sido considerada por el pueblo hebreo como la Consorte de Dios.
_ En el Zohar, obra mozárabe (sefardita) del siglo XII atribuída al místico judeoespañol Moisés de León, hay un pasaje el cual me parece perfecto para ejemplificar esto. Rabí Simón, durante una disertación ante sus discípulos en la que habla de la plegaria:
“Dichoso es el hombre que sabe elevar su voluntad a los reinos superiores, ya que su boca emite nombre y sus dedos escriben misterios. Y cuando los nombres ascienden de su boca, una serie de pájaros extiende sus alas arriba para recibirlos y todas las bestias del Carro se preparan cerca de ellos para transportarlos. Esto sucede con mayor razón cuando la Shekinah está presente en sus plegarias y las eleva al Santo, bendito sea. El misterio de este asunto se encuentra en el versículo “Mientras vosotros descansáis entre las tapias del aprisco” (Salmo 68:14) No debe leerse im (sí) sino em (madre).
…Feliz es aquel hombre que conduce la Shekinah hacia su esposo (entiéndase YHVH) en los reinos superiores a través de las plegarias que surgen de sus labios.
...Feliz es el hombre que no retrasa el asenso de la consorte para llegar a su Rey; puesto que el hombre que es fluido en su plegaria y no duda, lleva rápidamente a la consorte frente a su Rey.
…Ay de aquellos que son aburridos de corazón y no se esfuerzan en comprender el honor que deben a su creador para inclinarlo a su Shekinah con oraciones y peticiones y atraerlo hacia ella y, aún más, provocar su amor por ella…
…Es ella la que sube el sacrificio real…”
_ Es muy probable, históricamente hablando, claro, que la redacción de los libros del antiguo testamento fueran redactados cuando Israel como nación contaba ya con una casta sacerdotal fuerte y establecida (hemos ya mencionado el dato tentativo de entre los siglos X y VIII a.C.). Y es sumamente probable que esto ocurriese paralelamente a la campaña que mantuvieron los sacerdotes del templo contra el culto, cada vez más popular en la región, hacia divinidades femeninas extranjeras como Istar, Isis, Astarté, Astaroth [2] o Astoreth, Inanna, divinidades femeninas a las que para usos prácticos designaremos con el nombre genérico de Asehra. Las cuales curiosamente eran representadas por pequeños ídolos negros de piedra, los cuales a veces tenían un niño en el regazo. Lo cual pudo ser el antecedente histórico a la veneración de vírgenes negras en Europa durante la baja Edad Media
_ Existen antropólogos que sugieren que originalmente YHWH y Asehra, fueron la pareja consorte divina de esa región, al igual que la costumbre que tuvieron otros pueblos semitas y medio-orientales de tener una pareja sagrada como cabeza de su panteón de divinidades. El dato, no es para nada descabellado.
_ El punto es en todo caso, que dentro del judaísmo, el Sagrado Femenino, siempre estuvo presente, latente y pujante, luchando por subsistir. Aunque a similitud del cristianismo, esta lucha fuera marginal, “herética”.
EL MISTERIO OCULTO EN EL “CANTAR DE LOS CANTARES”.
Este texto veterotestamentario, que la tradición atribuye al mítico rey Salomón, es un romance el cual, según la mayoría de las Iglesias de la cristiandad, expresa el amor de Cristo por la Iglesia. Esta afirmación es una burda parodia de la explicación que los sabios judíos conservadores dieron a este libro.
_ Según la tradición judía conservadora, el Cantar de los Cantares, describe el amor del dios hebreo hacia Israel su pueblo elegido. Pero, esta es una versión opaca y tajante que fue desarrollada por los teólogos más conservadores y dogmáticos de la tradición judía, específicamente a la facción contrapuesta a las corrientes místico/espirituales cabalistas. Mientras que estas tradiciones dieron una perspectiva diferente a la interpretación del Cantar de los Cantares.
_ Por casi toda la costa oriental del Mediterráneo, surgieron cultos mistéricos (misterios) que se celebraban en honor a la fertilidad, la vida y el orden universal. La mayoría de estos surgieron aún antes de la era patriarcal y sus ritos reciben el nombre genérico de hieròs gámos o “matrimonio sagrado”, del cual el rito de la misa cristiana, miesis o “fiesta de las mies”, es la reminiscencia del hieròs gámos celebrado en honor a Ceres y Dyonisos. Hay quienes afirman, que el Cantar de los Cantares es una letanía del rito del hieròs gámos propio del pueblo hebreo, antes de consolidación de la casta sacerdotal, dado su parecido a una letanía en honor a Isis en el que se celebraba su unión con Osiris. De hecho, la protagonista del Cantar de los Cantares es morena, a semejanza de las representaciones de las divinidades femeninas de la época (Cantares 1: 5,6).
LAS HEREJÍAS DEL RABINATO DE PROVENZA.
El Rabinato de Provenza, formaba parte del Gran Rabinato de Córdoba en Sefarad (España) durante el Medioevo. Resulta evidente que la agitación cultural y filosófica que se vivió en la región, dado el contacto, convivencia y desarrollo de tres culturas distintas, hebrea, árabe y europea, lo que se traduce a las tres religiones monoteístas judía, musulmana y cristiana, produjo una convulsión filosófica en los tres bandos. España fue famosa por la gran cantidad de sabios y santos rabinos, la casi en su totalidad místicos cabalistas. De entre todo esto, destaca una “doctrina” muy peculiar desarrollada por los judíos que habitaban la región de Provenza (el Languedoc del cual hablamos en otro capítulo) la cual surge casi paralelamente con la herejía cristiana de la región que también buscaba rescatar los valores del Sagrado Femenino.
_ Es difícil determinar que grupo influyó en el otro, si los “herejes” cristianos a los “herejes” judíos o viceversa. Lo importante aquí, es que los místicos judíos se dieron a buscar una explicación que armonizara los principios masculino y femenino dentro de su sistema religioso, me supongo que deduciendo que el Plan Divino no puede ser complementado suprimiendo los aspectos y atributos femeninos de la Divinidad. La explicación que surgió de esto, fue que el Santuario del Templo, era la Cámara Nupcial en la que YHVH y su Shekinah, la consorte divina, se unen ― Nada nuevo considerando que es el mismo simbolismo de la misa cristiana, cuando el Espíritu Santo desciende sobre las especias durante la consagración, lo que se reduce al “matrimonio” (sagrado) entre espíritu y materia—, y que tras la destrucción del templo, la Shekinah acompaña al pueblo de Israel en su diáspora. Mientras que YHVH buscará a su Novia Perdida, y, cuya búsqueda terminará con la llegada del Mesías y la restauración.
_ En alguna ocasión, no recuerdo bien si fue en alguna película que vi, o en alguna novela, uno de los personajes, un anciano rabino estadounidense, de estas comunidades inclusivas y progresistas, da una elocuente homilía en la que explica que el sistema religioso judío es tan pleno, que no fue posible identificar al su dios como hombre o mujer, puesto que su Divinidad lo es todo y lo trasciende todo, no requiere de un género que interfiera entre la relación del hombre (judío) y su dios.
_ Esto me parece una elocuente idea, y se me figura que quizá algunas comunidades judías en Norte América han asimilado muchas de las propuestas teológicas progresistas de las Iglesias protestantes históricas (Luterana, Episcopal, Metodista, Presbiteriana, Unida en Cristo, Unitaria Universalista, etc.).
Dom ☠Drako-Konztantyno††.'.
"HERESIARCA APOSTÓLICO DE CUERNAVACA"
http://drako-konztantyno.blogspot.com/
Drako.Konztantyno@gmail.com
1. Antes de comenzar, quiero explicar que ante la polémica que siempre desata el nombre del dios hebreo, he preferido para este caso usar las cuatro consonantes con las cuales se le designa según la tradición hebrea.
2. Efectivamente, Astaroht, quien popularmente es considerado el “Duque de los Infiernos” se trata originalmente de una divinidad babilónica femenina que con el paso del tiempo, cambiando su género y degradada de diosa a demonio, recibió por parte de los crédulos y supersticiosos “demonólogos” de la época, el título de “Duque de los Infiernos”. Su nombre y su título aparece en varios libros de magia de la época que recibieron el nombre genérico de “Grimorios” entre los cuales destaca el de “Las Clavículas de Salomón” en el que aparece una lista que agrupaba en conjunto tanto a ángeles como a “demonios” mencionando su jerarquía. Cabe señalar que un rasgo particular es el de que no hace una diferenciación entre “ángeles” y “demonios” ya que se cree, proviene de una corriente ocultista cabalista, y cabe destacar que en este sistema no existe una diferenciación que catalogue o clasifique a los espíritus en “buenos” o “malos” ―Dato curioso ¿no creen?—.
¿Recuerdan las primeras escenas de la afamada película “El Exorcista”? Pues, la escultura del demonio que aparece durante las excavaciones, es nada más y nada menos que una imagen de la diosa Istar.
jueves, 6 de mayo de 2010
El Sagrado Femenino en la Tradición Hebraica II.
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