lunes, 20 de diciembre de 2010
El León de Judá y el Cristo Espiritual.
[Deseándoles una muy feliz Navidad/Hanuca/Solisticio/Yule, les dejo este escrito previo al mensaje de la temporada]
En el contexto de las Sagradas Escrituras, tanto cristianas como hebreas, se nos narra que, en los llamados tiempos apostólicos (o neotestamentarios) el pueblo de Israel se encontraba inmerso en la espera de un Mesías-Rey que viniera a redignificar al pueblo hebreo. Sin embargo, a lo largo de los Evangelios canónicos, abundan los testimonios de líderes políticos que quedan severamente decepcionados ante el ministerio realizado por Jesús.
_ El partido que se encuentra más renuente, es el de los fariseos, quienes tras llevar una observancia literal de la Torá/Ley (algo así como los fundamentalistas modernos) esperaban la llegada de un caudillo militar quien redirigiera al pueblo judío a la época de oro de los tiempos míticos de los reyes David y Salomón (los fundamentalistas por su parte esperan la segunda llegada de un Jesús que condenará a todos al infierno).
_ A pesar de que es verdad que en tiempos antiguos la Nación de Israel fue un pueblo altamente espiritual, y que era evidente que los judíos al encontrarse disperso y oprimidos, desearan por todos los medios recuperar los tiempos en los que eran “el pueblo escogido de Dios”. La llegada del Mesías supondría algo muy diferente.
_ Para comprender mejor este concepto de “pueblo escogido de Dios” hay que recordar que las historias narradas en la Biblia, son textos espirituales y metafísicos, y no históricos. Que nos narran un romance tierno y conmovedor, de una novia que busca el amor de su Amado, y de un Novio quien busca y corteja a su amada (Israel) y la protege de todo peligro. Es la historia simbólica de un pueblo, por qué no mítico, que busca desesperadamente el amor de su Dios. Quien busca por todos los medios el Amor y el favor de su Dios. Tanto como lo hacemos muchos hoy en Día.
_ Lamentablemente, muchos han usado estos textos simbólicos y metafísicos, destruyendo y pisoteando sus altos contenidos espirituales tratando de tomarlos al pie de la letra para condenar, fomentar el odio y hasta matar a sus semejantes. Muchos otros por ejemplo, han fomentado el odio hacia los judíos, el pueblo de Israel, por creer que ellos se han pretendido mejores al tener una relación especial con Dios.
_ Quizás esto pueda fundamentarse en nuestro temor casi infantil por “desagradar la voluntad de Dios” y muchos en este afán casi histérico han creído en la verdad personal que han promovido.
_ Yo por mi parte, muy humildemente creo que lo que deberíamos hacer es tratar de imitar ese maravilloso, casi mágico, anhelo por Dios que queda testimoniado en las escrituras Hebreas. Esa exquisita y deliciosa espera por ser dignos de contemplar, ver, y conocer al Mesías. Por tener la gracia de conocer el mensaje y la voluntad de Dios para nosotros a través de Su Enviado, Su Mensajero, Su Verbo/Palabra (Logos) Su portador de Luz (Teóforo/Fósforo) y de Sabiduría (Sofía).
_ Creo que quizás muchos, tanto cristianos como no cristianos, e incluso judíos (quienes aceptaron las enseñanzas de Jesús como profeta, y los que no también) han coincidió que en su época fue aberrante la actitud que adoptaron algunos de los más tradicionalistas de los fariseos, zelotas y, en su totalidad de, los saduceos, porque realmente no esperaban lo llegada de un Mensajero de Dios que redimiera a la humanidad. Sino de un político.
_ Y que quede claro que al hablar de redención no me refiero a lo que la cristiandad conoce como pecado, sino que más bien por redención entiendo, o debiéramos entender, la llegada de una época gloriosa en la que alguien (Precisamente el Mesías) vendría a sanar nuestras dolencias físicas y terrenales por medio de la Verdad Espiritual. Entendiendo entonces que Redención es ser Re-Dignificados en nuestra verdadera naturaleza como los verdaderos hijos de Dios. Ésta mis queridos amigos es una verdad revolucionaria, abrumadora, contundente y brutal. De que hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios. Que hemos sido redignificados una y otra vez como hijos de Dios. Que hemos sido llamados Dioses por Jesús mismo y que fuimos invitados a hacer de Dios una realidad íntima que habita dentro de cada uno de nosotros, dentro de cada uno de nuestros corazones.
_ Mis queridos amigos, quiero decirles que me llevó toda una vida de tropiezos tratando de ser un clérigo de la religión “oficial” para poder tener una expectativa y una experiencia más tierna de la relación de Dios para con nosotros. Quizás me atrevería a decir que fue una enésima de fracción de lo que le ocurrió a Pablo. Que tuvo que golpearme la realidad aparente para tener una visión espiritual más sana y amorosa, para buscar una verdadera relación de mi parte para con la Divinidad. Y descubrir que el Amor y la Gracia siempre, desde el inicio de los tiempos, han estado esperándonos ahí como los regalos más bellos, sublimes e INCONDICIONALES que nos ha dado Dios desde siempre, eternamente, trascendiendo los tiempos y los espacios.
_ Tuve primero que ser un fariseo, un proselitista de un patriarca juez que juzga y que condena. Un neurótico casi histérico que sólo podía ver las fallas de sus semejantes, testarudo y ciego seducido por la tentación de querer ejercer mando y liderazgo a través de una institución “oficial” de por medio.
_ Sin embargo, no fue hasta que pude experimentar el Amor en mi vida y en mi corazón, y al sentir que ese Amor es como el de Una Madre (incondicional, que no juzga ni condena) que pude comprender que desde siempre estuve redignificado, como tú y todo/as nuestros/as hermanos/as; que siempre he estado limpio, como tú y todo/as nuestros/as hermanos/as; que siempre hemos sido hermosos y santos ante los ojos de Dios. Que Como tú y como todos nuestros hermanos y hermanas, nunca perdimos la Gracia y el Amor de Dios.
_ Fue en esos momentos, mis queridos amigos, que pude experimentar el verdadero significado de la Navidad en mi vida. Fue entonces cuando el Mesías Espiritual entró para morar dentro de mi corazón, haciéndome sentir verdaderamente a la Divinidad dentro de mí. Haciéndome sentir que siempre he sido parte de Dios y que Dios siempre ha sido una realidad en mi, en mis amigos, en mi familia; pero también en la humanidad y en la creación entera.
_ Sé que quizá mucha gente piense que muchos de los hombres y mujeres que formamos parte de la Comunidad Apostólica (Iglesia Apostólica Católica / St. John´s Center / Iglesia Guadalupana / Iglesia Espiritual y Alternativa) estamos un poco locos por hablar sobre todas estas cosas maravillosas que forman parte de la Espiritualidad. Yo por mi parte les diría a ellos, y a ustedes también, que se permitan en alguna ocasión abrirse a la realidad de que Dios/Diosa habita dentro de cada uno de nosotros, que la Conciencia de Dios se halla en pequeñas chispas divinas dentro de nosotros a las cuales llamamos Espíritu, y que se permitan experimentar a Dios como ustedes mejor lo prefieran, siguiendo la sagrada ley de “sin dañar a nadie”.
Muchos autores metafísicos/espirituales me enseñaron (después de experimentar mi Navidad interna, mi llegada del Cristo Mesías, o del Nacimiento de mi propia divinidad) que debemos tener una visión espiritual de las Sagradas Escrituras, y no sólo de la Biblia, sino de todas aquellas que lleguen a nosotros en nuestro sendero, o de todas aquellas por las que sintamos un anhelo o necesidad. Y esta visión espiritual se fundamenta en ver a la Biblia, o a los Evangelios, o cualquier otro Texto Sagrado, como si se tratase de un diálogo íntimo entre Dios y tú, en el cual todo tiene un significado simbólico, comprendiendo siempre que palabras relacionadas con “satanás/diablo/demonio/pecado/tentación/condena/infierno” nos hablan de de las propias trampas que puede tendernos nuestro propio ego, con el afán de no permitirnos reconocer nuestra naturaleza Divina. Que todas las batallas mencionadas hacen referencia a nuestras batallas internas. Y que cada que se menciona la palabra Ley, se nos está hablando de la ley del karma.
_ Con lo que respecta a la llegada del Mesías Espiritual. Podemos comprender que ese Mesías siempre se ha encontrado con nosotros. En la Biblia son varios los mesías descritos, los cuales han llegado en el momento de necesidad. Si hacemos caso de la interpretación que les invito a hacer de las sagradas escrituras, podemos observar que Israel clamó a Dios, comunicándole las penurias y desgracias que les aquejan cuando vivieron en Egipto. Entonces Dios corrió al auxilio de sus hijos y les envió a un Mesías. Moisés y Mesías son sinónimos sino es decir que la misma palabra. Entonces si tu mi amigo o amiga, asumes el papel de Israel y clamas a tu Señor. Tu Señor te responderá enviándote a Un Consolador, o mejor dicho Al Consolador.
_ Una experiencia muy conmovedora de esta realidad, es el testimonio de un judío que sobrevivió al fatídico episodio de los campos de concentración de Auschwitz, quien al ser humillado mientras lavaba las cloacas de las letrinas, en los campos de concentración, los nazis le dijeron: “Hey bastardo judío, ¿en dónde está tu Dios?”; él les respondió: “Él está aquí conmigo, ayudándome a limpiar este lugar”. Sé que de primera instancia este no es el mejor ejemplo, o el que más pudiera agradarnos, pero nos muestra la Gracia y la Dignidad que viven los Hijos de Dios. Pero la verdad que nos ejemplifica este hombre, también es brutal. Y este hombre sobrevivió para comunicársela al mundo.
_ Regresando un poco a lo referente a la Biblia como un diario de nuestra relación con Dios. Podemos ver, por ejemplo que las historias de los profetas vienen a ser como la voz de la intuición, como una llamada de Dios que nos dice qué debemos hacer y que muchas veces no tomamos en cuenta. Sin embargo hay un detalle hermoso y maravilloso en toda la Biblia, y la cual nos demuestra a atemporalidad de los sucesos simbólicos ahllí descritos, y la riqueza metafísico/simbólico/espiritual. La Torá, el Pentateuco, culmina con uno de los relatos más maravillosos. Cuando estando el Mesías/Moisés en el monte Carmelo, contemplando la Tierra Prometida desde lo alto, y quizás estando muy satisfecho por su obra, por haber venido a ejecutar la Misión que Dios le había encomendado, de sacar a su pueblo de la penuria. Fue entonces cuando simbólicamente transmitió su lugar a Yeohshua, el Christo/Mesías que le habría de suceder (Deuteronomio 34,9). En este episodio, viéndolo simbólica y espiritualmente podemos ver que el Mesías, como una realidad espiritual, abandona el cuerpo de Moisés, para ir a posarse en el siguiente Mesías, quien también sería el Cristo y el Verbo (Logos), entre otros todos atributos.
El Mesías León.
Este capítulo lleva por nombre El León de Judá, esto porque me he reencontrado con la figura del Mesías Espiritual, en el símbolo iconográfico del León. El León fue el emblema del estandarte de la tribu de Judá, y junto con la estrella de David ha venido representando siempre el simbolismo mesiánico. El Sello del Mesías.
_ Durante este año, el sendero que transito por esta vida me llevó a conocer un poco sobre el mesianismo en las historia de la humanidad. Entonces aprendí que el León ha sido emblema del mesías quien reúne también el atributo de rey. Esto es más fuerte entre la tradición y el folklor africano que fue muy dado a representar a Jah (Dios) a través del arquetipo del Rey León ─ Iglesia rastafari, antigua Iglesia ortodoxa etíope (precalcedónica) judíos fricanos─.
_ Hace un par de años, cuando comencé abrirme a la experiencia espiritual, leí de un autor masónico, quien escribió un libro sobre la relación del simbolismo masónico con los arquetipos universales, que el autor C. S. Lewis (autor masón del denominado grupo de los “inklings”) representaba a Jesús/Cristo simbólicamente en la figura del personaje Aslan, en las Cronicas de Narnia. Por desgracia, no he tenido la oportunidad ni el tiempo para leer la obra de siete novelas, sin embargo, en las películas Aslan reiteradamente le recuerda a Lucy, que estará con ella siempre que necesite de Él. Hoy que he visto la tercera película, descubrí que Aslan le revela su verdadera identidad a Lucy, cuando ella regresa del cual es su último viaja por las tierras de Narnia.
_ Por eso también es maravilloso el lenguaje del arte.
La finalidad de este escrito, fue presentarlo como uno preparativo para el mensaje de Navidad de este año.
_ En estos momentos, muy irónicamente me encuentro trabajando en un colegio católico dirigido por religiosas. Desde hace algunos días no escucho más que la fraseología sobre el “Nacimiento del Niño Jesús en Nuestros Corazones”. Sin embargo no he escuchado a nadie decir cómo se hace eso de “abrirle las puertas del corazón al Niño Jesús”. Yo por mi parte, quisiera compartirles mi experiencia de cómo ha sido mi romance con la Divinidad y ofrecerles un interpretación de la Llegada del Mesías.
_ El Mesías, siempre está ahí para cuando lo necesitemos. Yahwhe le promete a Israel que le enviará a un Mesías cada vez que lo necesite. Yo les digo, mis amigos, que ustedes son Israel y que Dios les enviará su Mesías cada que ustedes se lo pidan. Que el Mesías está esperando a que clamen por Él, para que Él descienda / se haga presente en nuestro interior, en nuestro corazón. Y que el significado simbólico de esta navidad es la hermosa oportunidad de hacer nacer a Cristo en nuestro interior. Esto es haciendo nacer, o reconociendo, nuestra propia esencia/naturaleza Divina. Y aceptando la realidad de que el Cristo/Mesías siempre ha estado, está y estará con nosotros. Que Jesús mora en nuestros corazones desde el principio, hasta el final de los tiempos… (Mt 28:19-20)
En Jesús, en Nuestra Señora de las Mesoaméricas y el Gran Espíritu (Santo).
Pax.
Salom.
Namasté.
Que la Divinidad les llene de bendiciones.
Y que Jesús, el Dios Sol/León brille siempre en nuestros corazones e irradie su amor eternamente.
Es cuanto.’.
Daniel Fragoso / Drako-Konztantyno / Lucio Xóstomo.
Heresiarca.
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